
Fortalecimiento del clima escolar en estudiantes de noveno grado mediante habilidades sociales
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Jimmy Spencer Ramírez Martínez
José Julio Pereira Mendoza
Luz Karine Jiménez Ruiz
Revista Unimar Revista Unimar Julio-diciembre 2025Julio-diciembre 2025
e-ISSN: 2216-0116e-ISSN: 2216-0116 ISSN: 0120-4327ISSN: 0120-4327 DOI: https://doi.org/10.31948/rev.unimarDOI: https://doi.org/10.31948/rev.unimar
Rev. UnimarRev. Unimar Vol. 43 No. 2 pp. 44-59Vol. 43 No. 2 pp. 44-59
Metodología
La investigación se sitúa dentro del paradigma
sociocrítico interpretativo, cuyo objetivo
principal fue transformar la realidad observada
en lo relacionado con el clima escolar. El
estudio se enfocó en mejorar las habilidades
sociales de los estudiantes de grado noveno
02 de una institución educativa en Valledupar,
Cesar. Entre las habilidades destacadas, se
incluyen la empatía, el manejo de problemas, la
comunicación asertiva y el pensamiento crítico,
entre otras.
La investigación tuvo un enfoque cualitativo,
de tipo descriptivo; se empleó el método de
investigación acción pedagógica, ya que, según
Niño (2019), las investigaciones se basan en
un análisis exhaustivo de las perspectivas,
situaciones y significados que las personas
atribuyen a los eventos relacionados con sus
acciones en contextos naturales, los cuales
también presentan desafíos por resolver. Esta
elección se fundamenta en el análisis de las
metodologías de recolección de datos, esencial
para el desarrollo de la investigación (Hernández
et al., 2014).
En este sentido, Hernández et al. (2014)
señalan que la investigación-acción se utiliza
cuando una comunidad enfrenta un problema
que requiere atención y busca implementar
cambios significativos. En esta metodología, los
miembros de la comunidad están involucrados
activamente en todas las etapas del proceso,
desde la identificación del problema hasta
la formulación de posibles soluciones. El
propósito de la investigación acción es que los
participantes asuman un rol proactivo como
principales actores en el proceso, a través de
juicios informados basados en la comprensión
de su propia situación y las necesidades que
enfrentan. Se fundamenta en la idea de que
las personas directamente afectadas por un
problema obtengan un conocimiento profundo
de sus propias experiencias y, por lo tanto,
pueden contribuir con valiosas perspectivas para
desarrollar soluciones efectivas y duraderas
(Niño, 2019).
Desde esta perspectiva, Niño (2019) afirma
que es fundamental enfatizar que el objetivo
de la investigación-acción (IA) es promover el
desarrollo tanto de individuos como de grupos,
especialmente en áreas como la educación,
la salud, la asistencia social, la política, la
administración, entre otras. Es importante
señalar que, al igual que la investigación acción
pedagógica, la investigación acción ha generado
controversia en el ámbito académico, debido a su
desvinculación de los criterios convencionales de
investigación. Aplicar metodologías y enfoques
tradicionales a la investigación acción sin realizar
las adaptaciones necesarias, probablemente,
llevará a resultados subóptimos.
Piñero y Rivera (2015) subrayan que el entorno
educativo se presenta como uno de los contextos
más relevantes en este tipo de investigación, el
cual se caracteriza por la participación activa de
diversos grupos involucrados en problemáticas
específicas. Esto posibilita un análisis detallado
de aspectos como las estrategias pedagógicas,
los contenidos curriculares, los valores sociales,
los procesos de aprendizaje en áreas críticas,
las actitudes, la dinámica en el aula y diversos
temas que abarcan el ámbito educativo en todas
sus dimensiones, métodos y actores.
Para este estudio, se tomó una muestra
representativa de 37 estudiantes, matriculados
en noveno grado, con edades comprendidas
entre los 14 y 15 años, de los cuales 22 se
identificaron con el género masculino, y 15,
con el género femenino. La inclusión de este
grupo de estudiantes se basó en su historial
de situaciones conflictivas que afectan el clima
escolar, según los informes docentes presentados
al coordinador educativo.
Entre las técnicas empleadas para la recolección
de información, se incluyó la observación directa.
Según Martínez-González (2021), esta técnica
consiste en tomar notas durante la observación
directa, las cuales incluyen descripciones de
las percepciones visuales, auditivas y táctiles
del entorno y de las personas o grupos
observados. Estas notas, a menudo organizadas
cronológicamente, proporcionan un relato
detallado de los eventos, donde se especifica
qué ocurrió, quiénes estuvieron involucrados,
cómo, cuándo y dónde sucedió.