
La evaluación formativa para el logro de competencias en matemáticas
Jimmy Alexander Moreno Castro
Jairo Guillermo Moreno Castro
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Revista Unimar Julio-Diciembre 2024
e-ISSN: 2216-0116 ISSN: 0120-4327 DOI: https://doi.org/10.31948/rev.unimar
Rev. Unimar Vol. 42 No. 2 pp. 154-168
la evaluación formativa en entornos a distancia,
y con Díaz (2018), en la enseñanza en ciencias.
En cuanto a las facilidades que brinda al
estudiante, se aprecia aún más su importancia,
«porque no solo va a hacer que el aprendizaje
del alumno sea mucho más duradero y
enriquecedor, sino que también ayudará al
alumno en la consecución de sus logros y en su
motivación» (Azpilicueta, 2020, p. 5).
Las precisiones expuestas determinan que uno
de los rasgos fundamentales de la evaluación
formativa es la posibilidad de llevar a cabo la
retroalimentación, esto, llevado al campo de las
matemáticas, es una vía para que cada persona
que participa de procesos de aprendizaje
despierte la demanda interna de aprender, a
través de las falencias, pero también a partir
del grado de éxito alcanzado.
Evaluación formativa y competencias
matemáticas
En la actualidad, es imperativo, en los sistemas
educativos, concentrarse en desarrollar
habilidades en los procesos de todas las áreas,
en especial en matemática y lenguaje, porque
«el acceso al conocimiento, para poderlo
entender, asumir una postura crítica y estar en
capacidad de transformarlo, es decir, formar
ciudadanos competentes» (Gómez, 2019, p.
163) es un derecho.
Es innegable que históricamente el conocimiento
matemático ha sido y es de especial relevancia,
por la gran variedad de situaciones en las cuales
se aplica, en todos los ámbitos de la vida.
Esta circunstancia representa un gran desafío
en términos de promover conocimientos,
habilidades y valores que se sintetizan en las
competencias para el logro de desempeños
acordes con las exigencias del mundo de
hoy, así como en participación y toma de
decisiones acertadas, en particular a partir de
la retroalimentación (Muñoz, 2020).
De igual manera, en la perspectiva curricular,
se han asimilado nuevos enfoques y paradigmas
orientados al desarrollo de competencias. «Esto
ha implicado a su vez la reformulación del proceso
evaluativo, dando énfasis a una evaluación de
carácter más formativa que ocurre dentro del
proceso mismo de enseñanza y aprendizaje»
(Rodríguez y Soplapuco, 2019, p. 39).
En este punto, la evaluación formativa en
las matemáticas, según Torres-Corrales et
al. (2022), a pesar de que es un proceso
complejo, sus beneficios pueden extender de
manera transversal a lo largo de la formación
universitaria de los estudiantes; además,
requiere de mucha motivación y constancia
por parte de los educandos. Por tanto, el
docente debe emplear formas didácticas que,
lejos de ser repetitivas y memorísticas, sean
dinámicas, entretenidas y capaces de generar
el compromiso del estudiante hacia su proceso
de aprendizaje (Orozco, 2022).
Por otro lado, tal como enuncia Barrientos y
Borghouts (como se citó en Cañadas y Santos,
2021), la motivación ayuda al desarrollo
de las competencias de iniciativa y espíritu
emprendedor y de aprender a aprender;
incita a que los estudiantes tengan que asumir
mayor responsabilidad en su aprendizaje. Por
ello, como plantean Cáceres et al. (2018),
es primordial crear espacios para generar
interés en aprender, aquí la evaluación juega
un importante papel, en especial, al momento
de cuidar la transparencia, profundidad,
retroalimentación y participación, porque se
promueve la credibilidad, la rigurosidad, en
clases interesantes y promovedoras de un
aprendizaje valioso para el estudiante, es
decir, tareas de evaluación de calidad como
factores de la evaluación formativa (Ibarra-
Sáiz et al., 2021).
En Colombia, tanto los Lineamientos curriculares
(1998), los Derechos Básicos de Aprendizaje
y los Estándares Básicos de Competencia
(2006) son referentes en las expectativas
de calidad en términos del saber y del hacer
(Gómez, 2019). En este sentido, la integración
de los propósitos de la educación del área de
Matemática se apuntala en el alcance de tres
competencias: a) Comunicación, representación
y modelación que capacita al estudiante para
analizar situaciones, expresarse en torno a