Hábitos de estudio: estrategia pedagógica para el éxito académico
Ana María Lilia Chindoy Jajoy
Luz Marina Méndez Rojas
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la aplicación y desarrollo de hábitos de estudio en
los estudiantes permite fortalecer los procesos
académicos y mejorar su inteligencia emocional,
desarrollando así una actitud más propositiva
(Rivadeneira, 2018)
Haciendo un recorrido general, las estadísticas
muestran, en las pruebas que realiza el
Estado, un décit consecutivo, año tras año,
frente al conocimiento de los estudiantes y los
resultados y es más reiterativo en el sector
rural. En este contexto, es primordial enseñar
a los estudiantes, desde edad temprana, a
adquirir hábitos de estudio, para que haya un
mejoramiento signicativo en la educación.
A pesar de que existen diversos factores que
inuyen en el progreso educativo, se propende
mitigar las costumbres dañinas, mediante la
aplicación de estrategias pedagógicas, en los
estudiantes de educación básica primaria, y
de esta forma no perder los buenos hábitos de
estudio en el transcurrir de su vida; pues como
dice el dicho: “lo que se aprende no se hurta”,
y las buenas costumbres nunca se olvidan.
Inculcar hábitos de estudio en los estudiantes
dará buenos resultados en las pruebas Saber.
A partir del análisis de los resultados de las
entrevistas realizadas para el primer objetivo
especíco y el tercer objetivo especíco, se
pudo establecer que, los estudiantes de grado
segundo de la I.E.R. Aborígenes de Colombia
sede Escuela Rural Mixta Yunguillo del municipio
de Mocoa, Putumayo lograron potenciar su nivel
académico, a través de la adquisición de buenos
hábitos de estudio. Por tanto, se logró que los
educandos establecieran un horario jo para el
desarrollo de sus labores escolares, tanto en
la institución como en sus casas, que les ha
permitido mejorar su concentración y, por ende,
en sus procesos educativos, tal como lo expresó
Flores (2018), para este autor, contar con un
lugar adecuado y la planicación del tiempo para
estudiar mejorans la autonomía en los procesos
de aprendizaje y la actitud de los estudiantes
frente al aprendizaje.
Así mismo, los hábitos de estudio facilitaron que
los niños fueran más activos y participativos en los
procesos académicos; esto está en concordancia
con lo manifestado por Finamores (2022), para
él, estos hábitos permiten la interpretación y
el uso adecuado de la información al momento
de realizar actividades, además, desde las
habilidades cognitivas, se logra planicar las
estrategias que se llevaran a cabo para que el
aprendizaje sea asertivo. De igual manera, se
pudo establecer que hábitos de estudio como
la planicación del tiempo para estudiar, la
autonomía en los procesos de aprendizaje y la
actitud de los estudiantes frente al aprendizaje
permiten mejorar de manera positiva todos los
aspectos relacionados con el nivel académico.
Para Erazo (2018), el rendimiento académico
de los estudiantes se encuentra directamente
ligado a las prácticas de hábitos escolares.
Todo lo anterior lleva reexionar sobre los
planteamientos de Pantoja y Rúales (2011),
acerca de la investigación acción, especialmente,
la interpretación de los implicados en la situación
problema durante el estudio. Para ser exigentes
en este tipo de tarea, se retomó la observación
de la estrategia pedagógica autónoma aplicada
a los estudiantes. Un ejemplo de ello (entre
muchos) se evidenció al momento de presentar
trabajos escritos, los estudiantes ya no los
realizaban antes de llegar al aula, sino que los
hacían en el horario establecido con anterioridad.
Asimismo, realizaban tareas extraclase en
su momento y así les quedaba tiempo para
actividades de esparcimiento o entretenimiento.
Lo anterior les permitía llegar tranquilos a clase,
con las actividades realizadas, de esta manera
demostraron su compromiso y responsabilidad
en lo académico, fueron organizados en todo
tipo de ocios y, sobre todo, lograron un buen
rendimiento académico mediante la aplicación
de los hábitos de estudio.
Para Elizalde (2017), los hábitos son importantes
en la educación de los estudiantes, puesto que
ellos aprenden de manera repetitiva, por tanto,
estos hábitos ayudan a conseguir las metas
establecidas. Los hábitos de estudio fortalecen
la formación de la rutina que está adquiriendo el
educando y en la estabilidad en el desarrollo de
la costumbre. Por ende, el manejo del tiempo en
la aplicación de todas las actividades es de gran
ayuda y utilidad para los estudiantes, sobre
todo en el día a día, en este sistema que los
abruma con la tecnología; cuando no se tiene
disciplina y control del tiempo, no hay avance
en el proceso académico, como lo menciona