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Revista UNIMAR 34(1)- rev. UNIMAR.- 131-145.
ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116,
Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2016.
Perl socioeconómico y académico de los estudiantes de pregrado del programa de Administración de Empresas de la Corporación Unicada
Nacional de Educación Superior (CUN) sede Bogotá centro 2015
83.575 estudiantes; en cuanto a la formación tecno-
lógica en el 2011 se contaba con 520.754 estudiantes
matriculados, el 2012 fue de 539.508 y para el 2013
se encontraban 603.688 estudiantes matriculados; se
estima que la capital del país concentra el 23% de los
programas tecnológicos y el 35% de los programas
técnicos
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(Arias, Rojas y Hernández, 2013).
Denitivamente, es inobjetable que el conocimiento
que tenga una IES sobre su población (estudiantes,
catedráticos, administrativos y demás actores), es un
factor de primer orden para la generación de políticas,
que garanticen acciones concretas y acordes con el
tipo de estudiantes que hacen parte de cada programa
de formación académico. El reto para la educación su-
perior es hacer educación masiva con calidad; esto sig-
nica tener conocimiento a fondo de los destinatarios
sobre los cuales se denirán políticas y se trazarán
planes: los estudiantes (Álvarez y García, 1996).
Antecedentes
Al realizar un análisis bibliográco de las investiga-
ciones sobre las características de los estudiantes de
educación superior, encontramos que los aspectos
básicos pueden ser agrupados de acuerdo a los ele-
mentos propios de los estudiantes, en este sentido,
Rahona (2006), identica tres grupos o variables a
indagar: personales, familiares y del medio, es im-
portante mencionar que las variables socioeconó-
micas, como ingreso, formación del grupo familiar,
lugar de residencia, edad, entre otras, se hacen pre-
sentes de manera transversal en este trabajo.
Universidades Colombianas como la Universidad
Nacional (2001), la Universidad del Magdalena
(2004), Escuela de Administración, Finanzas y Tec-
nología (EAFIT, 2007), Universidad de Pamplona
(2012), Autónoma de Occidente (2007), entre otras,
han desarrollado estudios socioeconómicos acerca
de su comunidad estudiantil, “donde las principales
características analizadas se agruparon en demo-
grácos, familiares, socioeconómicos, académicos,
ambientales, utilización del tiempo libre, indicado-
res académicos y de comportamiento y oportunida-
des sociales”(Universidad de Pamplona, 2012, p. 11).
Frente a la relación entre variable y rendimiento
académico, existe un auge de investigaciones que
evalúan el desempeño académico, inspirados en
las teorías de capital humano
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, cabe mencionar entre
otros, las investigaciones de Caso-Niebla y Hernán-
dez-Guzmán (2007), sobre los factores asociados al
desempeño académico, utilizando técnicas descrip-
tivas y análisis de correlación, estos autores analizan
el papel de las variables personales y escolares en el
desempeño escolar de los estudiantes. Schiefelbaum
y Simmons (citados por Díaz, 2003) consideran los
antecedentes familiares, el determinante individual
de mayor importancia y peso en el rendimiento aca-
démico alcanzado por el alumno; Vargas (2007) es-
tudia el tema del rendimiento académico a partir de
variables cognitivas, emocionales y socioeconómicas;
Himmel (2002) estudia la relación entre factores so-
cioeconómicos, rendimiento y deserción; todos estos
trabajos dan cuenta de la importancia de caracterizar
y relacionar las variables encontradas frente al deve-
nir de los estudiantes del programa de Administra-
ción de Empresas de la CUN, sede Bogotá centro.
Variables
Demográcas. La demografía ha sido denida por
la Organización de las Naciones Unidas (ONU),
más allá de su signicado etimológico, como “el
análisis de las comunidades humanas a partir de
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La oferta de la educación superior en Colombia abarca 55 núcleos bá-
sicos del conocimiento en los que se agrupan 5.581 programas de pre-
grado (706 técnicos profesionales, 1.407 tecnológicos y 3.468 universita-
rios). Sin embargo, la demanda se concentra en 20 núcleos y de estos es
evidente una preferencia de los estudiantes por carreras tradicionales
como: Derecho, Administración de Empresas, Contaduría Pública y
Medicina. (MEN, 2008, p. 15).
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El concepto de capital humano nace en la década de 1960, a partir de
los trabajos de Schul (1960, 1961), quien hace énfasis en la educación
como una inversión a futuro, debido a que el nivel de formación genera
una mayor productividad en los individuos, producen mejores salarios
y por ende, un estado de bienestar.
Según Schul (1961), invertir en escolarización, salud, en la forma de
crianza de los niños, en profesionales, en investigación, es invertir en
capital humano, lo que a su vez disminuye la brecha entre pobres y
ricos, brindándoles una mejor calidad de vida a las personas de escasos
recursos.
Becker (1983) entiende el capital humano como el núcleo de capacida-
des productivas que un individuo adquiere por acumulación de cono-
cimientos generales o especícos, determina en sus estudios el costo de
oportunidad en términos de capital.
Thurow y Hernández (1978), dene el capital humano como las habi-
lidades, talentos y conocimientos productivos de un individuo. Con la
llegada de la teoría de capital humano, los investigadores comienzan
a pensar sobre las tasas de rendimiento que la educación genera en
los individuos, el valor de la experiencia, el análisis comparativo en-
tre diferentes tipos de formación (técnica, tecnológica y profesional) y
sus tasas de retorno o sobre cuales núcleos de conocimiento son mejor
retribuidos en el mercado, emprendimiento y desarrollo social (Black
y Lynch, 1996; Blundell, Dearden, Meghir y Sianesi, 1999; Martin, Mc-
Nally y Kay, 2013; Psacharopoulos, 1994; Schul, 1971; Wol, 2000).