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Revista UNIMAR 34(1)- rev. UNIMAR.- pp. 119-128.
ISSN: 0120-4327, ISSN Electrónico: 2216-0116,
Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia, 2016.
Eunice Yarce Pinzón, Leydi Rocio Botina Josa, Cindy Malena Cuero Sinisterra, Yineth Masiel Ortiz Castillo
y la dicultad visual; también cabe destacar los
otros factores relacionados con la falta de recursos
económicos, el no tener la necesidad de salir, el que
vive solo y no tiene con quien salir.
4. Discusión
De acuerdo a los resultados obtenidos, se evidencia
que a partir del uso de otro espacio de la casa donde
se desarrollan actividades como la alimentación, la
participación familiar e incluso labores domésticas,
que dan cuenta del nivel de funcionamiento del
adulto mayor.
Lo anterior se puede conrmar con lo referido
por Muñoz, García-Peña y Durán-Arenas (2004),
quienes consideran que las personas en esta etapa
se encuentran en la plenitud de sus facultades y en
un momento lleno de posibilidades para sí mismos
y para la propia comunidad. La funcionalidad se
evidencia en el momento en que el adulto mayor tiene
todas las facultades para realizar las actividades de
la vida diaria y puede enfrentar las demandas del
ambiente, viviendo de manera independiente.
Igualmente, vale la pena relacionar estos resultados
con un estudio realizado por Sanhueza, Castro
y Merino (2005), en el cual se expone que tener la
capacidad de cumplir acciones requeridas en el
diario vivir para mantener el cuerpo y subsistir
independientemente, son indicadores de que la
funcionalidad en el adulto mayor está integro.
Con lo anterior, se puede expresar que los resultados
de este nivel 2 presentan un buen pronóstico para los
adultos mayores de la población de Catambuco, ya
que son utilizados por la gran mayoría de las personas
con gran frecuencia, lo que puede determinar que la
vida de estas personas es más llevadera y que tienen
más probabilidades de promover un envejecimiento
activo y una mayor participación en las actividades
de la vida diaria y participación familiar/social.
Se evidencia que el 94% de los adultos mayores de
Catambuco hacen uso del nivel 2, con una frecuencia
de uso diario del 56%, con un 52% de la población que
no requiere ayuda para hacerlo. Este dato demuestra
la participación familiar y social que puede estar
ejerciendo la población del estudio; lo expresado,
también se conrma en la investigación de Mella
(2011), quien arma que la constante interacción de
las distintas áreas de funcionamiento puede explicar
su efectividad en el desempeño de las actividades
diarias. Es lo que ocurre en este caso con la relación
entre las habilidades funcionales y la integración
social: ante un mayor involucramiento con otros y
más satisfacción con las relaciones familiares, hay un
aumento de la actividad realizada, ya sea práctica de
ejercicio, realización de actividades de la vida diaria
o instrumentales (Gómez y Curcio, 2014).
De acuerdo al estudio similar realizado en
Manizales por Gómez y Curcio (2014), cuyos
resultados evidenciaron que a partir de 75 años
más del 50% tiene problemas para salir de la casa,
de ellos un 20% quedan connados en su domicilio.
En contraste con esta investigación, se puede
observar que los adultos mayores de la población de
Catambuco tienen menos probabilidades de fallecer,
ya que utilizan con mayor frecuencia este espacio;
igualmente, son menos propensos para desarrollar
discapacidades, ya que se mueven de forma activa
por la comunidad, estrechando lazos sociales que
son importantes para la edad.
Concatenado, es preciso relacionar este resultado
con el concepto de la actividad física denida por
Gorbunov (1990), quien dene que la actividad física
no debe ser entendida solo como el movimiento
humano sino también como un movimiento
humano intencional, que como unidad existencial
busca desarrollar su naturaleza y potencialidades
no sólo físicas, sino psicológicas y sociales en un
contexto histórico determinado.
Este concepto hace reexionar sobre la importancia
que se le debe dar al uso de un espacio determinado
por el vecindario, lugar donde se dan las relaciones
humanas diferentes a las familiares y donde se
ubican lugares que proveen de primera mano la
suplencia de necesidades básicas como la tienda, la
iglesia, los vecinos, entre otros.
Otro concepto que se ha querido relacionar con el
uso de este nivel, el cual implica mayor esfuerzo
físico del adulto mayor, es el considerado por
Costil y Wilmore (1998), quienes consideran
que la práctica de la actividad física es de gran
importancia, sobre todo preventiva, para el
desarrollo armónico y el mantenimiento del estado
de salud de los individuos.
Los estudios anteriormente mencionados proponen
que la actividad física no solo se determina como