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ENSAYOS
Práctica pedagógica
investigativa en
tiempos de pandemia
por COVID-19
1
María Victoria Villacrez Oliva
2
No es aquel que enseña algo,
sino aquel que inspira al alumno
a dar lo mejor de sí, para
descubrir un conocimiento que ya
tiene dentro de su alma
(Paulo Coelho)
Resumen
El proceso de práctica pedagógica investigativa en la
Facultad de Educación de la Universidad Mariana es un
escenario indispensable en el proceso de formación de
nuestros educandos; en estos tiempos de pandemia de
COVID-19, la educación no se detuvo frente a la situación
de salud; por el contrario, salió avante, transformándose
en aulas virtuales, trabajo independiente, acompañamiento
individual a estudiantes, asesoría a través de Whatsapp,
visitas domiciliarias, entre otras formas de llegar a los niños
y continuar con la prestación de servicio educativo. Este
artículo presenta la reexión de algunos estudiantes de la
Licenciatura en Educación Básica Primaria, quienes presentan
su percepción del proceso.
Palabras clave: Práctica pedagógica; COVID-19.
1
Artículo producto de la reexión de estudiantes del programa de Licenciatura en
Educación Básica Primaria del curso ‘Práctica Pedagógica Investigativa’.
2
Magíster en Pedagogía, Universidad Mariana; Licenciada en Ciencias Naturales,
Universidad de Nariño. Correo electrónico: mvvillacres@umariana.edu.co
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Reexiones
Leidy Dayana Cabrera:
Cuando inicié con el proceso de
práctica pedagógica tuve muchos
‘miedos’, aunque en realidad, por ser
egresada como bachiller con énfasis en
educación y también como normalista
superior, se supone que el estar en
contacto con los niños es algo normal
y de anidad; yo sentía como si
fuese la primera vez… Bien, al iniciar
con la observación pedagógica como
docentes, y por vocación, sabemos
y vericamos que esta profesión es
maravillosa; descubrimos nuevos
mundos con seres que nos permiten
conocerlos y aprender mucho de ellos
en todo momento. En la observación
fui yendo más a fondo, pues debía
estar atenta a cualquier novedad en el
ambiente escolar, para de ello, poder
contribuir con una buena investigación
que aportase al sano aprendizaje de
los niños.
Ahora bien, ya en sexto semestre
de la carrera, se me asigna realizar y
poner en práctica mis conocimientos
con los niños; era el momento de ‘dar
clases’. Una vez hecha la observación
con el mismo grupo, afortunadamente
ya lo conocía; entonces todo uía en
un ambiente de conanza; las clases
manaban naturalmente; claramente,
tomando en cuenta recomendaciones
que me hacía la docente titular, y
las cuales acaté de manera muy
agradecida, pues ello me hace cada
vez mejor en mi labor docente.
En séptimo semestre continué con
mi práctica docente, pero es en este
momento, donde nos ataca un famoso
virus (COVID-19), que terminó con la
normalidad; ya no podíamos regresar
a las aulas escolares a compartir con
nuestros niños; entonces se continuó
con la práctica por medio de clases
virtuales, las cuales eran un reto
para todos, pues las TIC no eran tan
famosas en algunas instituciones, por
lo que se optó por un aprendizaje y
exploración de éstas. En esta pandemia
se aprendió mucho; se aprendió a estar
más atentos de nuestros estudiantes
y, lo más importante, en brindar un
aprendizaje que llegue a cada uno,
pero de forma diferente; en realidad,
un reto para todos los docentes.
En octavo semestre seguimos en la
misma situación; aun no se ha podido
compartir de manera presencial con
los estudiantes, pero se continuó con
la práctica, cada vez descubriendo
más, que la vocación docente no tiene
límites y que estamos preparándonos
como profesores todo terreno, como
profesores que pronto volverán a las
aulas con nuevas propuestas para
contribuir con el aprendizaje de los
alumnos, con propuestas innovadoras.
Así que, los miedos, temores que tenía
al inicio de llevar a cabo mi proceso
como docente practicante y pronto
como docente titular, gracias a estas
experiencias enriquecedoras, [han
quedado atrás] y, puedo decir a viva
voz, ¡han desaparecido; he aprendido
y me siento muy feliz!
Alix Piandoy Botina:
La práctica pedagógica investigativa
comienza a crecer en el corazón desde
el primer momento en que decimos
“quiero ser maestro o maestra” y
damos nuestro primer paso a un
establecimiento educativo. El quehacer
de un maestro se evidencia en la
interacción que existe entre este
sujeto y la comunidad educativa; por
supuesto, es un ente de sociabilidad.
En primera instancia, el proceso de
práctica parte de un objetivo que es,
llevar a cabo la observación y, por
ende, realizar la contextualización del
sitio; en este periodo es importante
destacar que la experiencia vivida en
toda comunidad educativa es muy
enriquecedora y graticante para la
formación de un maestro.
Se presentan diversos momentos,
los cuales concluyen en aprendizajes;
reitero: la interacción social es un
elemento primordial; cada sonrisa, cada
palabra, cada juego, son resultados
que hacen a un maestro cada vez más
grande en su espíritu. En este inicio del
camino, conocemos a esos maestros
que, con su espíritu carismático, nos
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ayudan a mejorar las falencias que
pertenecen a cualquier novato en su
proceso; estos consejos no solo son
profesionales; también son para la
vida, para mejorar ese camino que
hemos decidido tomar; y es importante
retomar el famoso dicho popular: “el
que escucha un consejo, llega a viejo”.
Terminada esta primera experiencia,
entendemos que tal vocación que
mencionamos muchas veces, es ahora
un hecho y continuamos con una
nueva etapa: el quehacer del maestro
en acción. El segundo momento de
la práctica pedagógica es un proceso
que inicia con sentimientos de miedo
e incertidumbre, porque como seres
humanos, desconamos de nuestras
aptitudes y llegamos a un momento en
el cual pensamos que somos incapaces,
pero esto se canaliza cuando volvemos
a poner nuestros pies en ese lugar de
magia y de transformación de vidas;
este lugar es el aula de clases; esta vez,
la interacción comienza a ser un hecho
y ya no solo eso: también en nuestras
manos está el proceso de formación de
niños y niñas que aún están conociendo
el mundo que los rodea.
Ganamos muchas experiencias
inolvidables que estarán en el recuerdo
de muchas fotografías junto a nuestros
estudiantes y, como la vida trae sus
altibajos, el caos también es parte
de dicho proceso, y es así como una
situación de salud afecta a todo el
mundo y todo se frena; hasta el
mismo proceso educativo. Como seres
humanos, intentamos digerir esta
información un poco difícil, pero con
mucha esperanza; no se creía que la
situación iba a durar tanto tiempo;
quizá un mes o dos, pero esto todavía
no llega a su n; es ahí cuando muchos
empiezan a sentir ese mismo miedo
que sentíamos nosotros al principio
de esta etapa. El miedo al cambio es
inevitable, pero al pasar el tiempo,
vamos adaptándonos y empezamos a
dar solución a algo que veíamos por
perdido.
Una de las características principales
de un maestro es que siempre se adapta
al cambio; quizá es una frase de cajón,
pero que, en este tiempo, la utilizamos
y la hicimos sentir porque como seres
humanos, comenzamos a vivir una
nueva vida y asumimos muchos retos.
De acuerdo a lo anterior, logramos
sobrellevar esta situación como
maestros en formación, con muchas
dicultades, pero siempre manteniendo
nuestro amor a la profesión; sin olvidar
qué nos trajo hasta aquí, siempre
vamos a encontrar retos, pero en
nuestras manos esta enfrentarlos;
la distancia hizo que valoráramos
muchos pequeños detalles, así como
también mejorar nuestras acciones y
ser mejores cada día, incluso tras de
un computador.
Como tercer momento, nos
encontramos con la práctica
pedagógica totalmente a la distancia;
un reto gigante, pero no difícil; ahora
sabemos que este proceso sí requiere
esfuerzo y mucho trabajo, en el que
la innovación y la creatividad son la
base para el cambio, a pesar de que el
trabajo del maestro no sea valorado,
pero sabemos que todo lo que
hacemos es por puro amor a nuestra
carrera; la pasión nos tiene aquí; de
lo contrario, ya hubiésemos desertado
y, posiblemente, acabado con nuestros
sueños.
Como lo decía al inicio, el maestro
se vale de su comunidad y así es; la
familia es un complemento originario
de la formación del ser humano y es
ahora cuando nos damos cuenta que
los padres de familia se han convertido
en esos pupilos de los maestros, los
que están llevando el timón de este
barco de la educación; para muchos,
este mar se encuentra entre lágrimas,
entre penas y tristezas, por enfrentar
un nuevo camino; pero todos estos
procesos tan insignicantes que fueron
en tiempos atrás, ahora son la base y
la preocupación de muchos.
En cierta parte, este nuevo cambio
ha traído nuevas oportunidades
de aprendizaje; pero a otros,
lastimosamente, los ha invadido
el miedo y han decaído, pero no
hay problema; debemos involucrar
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muchos aspectos en nuestra vida y,
entre ellos la espiritualidad, para salir
de esos momentos. Finalmente, los
maestros siempre estamos prestos
al cambio y esta frase la debemos
decir con orgullo, porque de verdad lo
cumplimos y ahora es tiempo de seguir
adelante; no nos quedemos atrás. La
reexión es un medio de comunicación
que tenemos los maestros para vivir
nuestro proceso en la educación y es
así cómo, en estas cortas palabras,
lo trasmito yo, Alix Piandoy, una el
maestra de vocación que, quizá entre
lágrimas, comprende el esfuerzo de
muchas personas por salir adelante en
sus procesos académicos, porque no
es nada fácil en este camino y se debe
seguir con ánimo, con valentía y con
mucho amor; sé que he mencionado
la palabra amor muchas veces, pero
es que esta palabra mueve al mundo y
es hoy como quiero decirlo nalmente
y con voz de júbilo: ¡el amor de los
maestros es único, compartámoslo!
Luis Eduardo López Achicanoy:
La práctica pedagógica investigativa es
un proceso mediante el cual el maestro
en formación empieza a confrontar
la realidad del proceso educativo, en
los diferentes contextos sociales y
culturales, que permite observar lo que
realmente pasa en un establecimiento
educativo, en cuanto a enseñanza,
aprendizaje, situaciones y problemas
que hacen parte del diario vivir de la
comunidad educativa, y nos ayuda a
nosotros, como futuros maestros, a
acercarnos a la realidad.
Gracias a esto, los maestros adquieren
nuevos conocimientos, experiencias,
habilidades y competencias, para poder
dar solución a posibles problemáticas
que irán vivenciando en este proceso,
con el propósito de reexionar sobre lo
que sucede en el aula y así, autoevaluar
el desempeño docente y cambiar lo
que se está realizando mal, para poder
dar lo mejor a cada estudiante y lograr
brindar una educación de calidad,
íntegra e inclusiva y, mejorar el
desarrollo profesional de los docentes.
Este proceso educativo atraviesa
por varias etapas en las que el maestro
en formación tendrá que poner en
práctica todo lo aprendido; unos de
los primeros momentos es el de la
práctica pedagógica de observación, la
cual es un proceso donde empezamos
a explorar y conocer lo que compone
una institución educativa; y nuestro
deber es contextualizarnos con el lugar
donde vamos a permanecer durante
nuestra práctica pedagógica.
También es importante aprender de
la experiencia de nuestros maestros o
maestras acompañantes, ya que ellas
nos servirán como ejemplo y nos darán
algunos consejos para que podamos
desenvolvernos dentro de un salón
de clase; por eso es [fundamental]
observar detalladamente el trabajo que
ellas realizan, para poder reexionar
sobre éste y poder tomar todas las
cosas buenas que ellas nos brindan, y
de esta manera buscar otras estrategias
de enseñanza y aprendizajes que sean
signicativos para los estudiantes.
Esta práctica de observación nos
permite saber si estamos realmente
seguros de seguir con esta profesión,
puesto que por primera vez nos
acercamos y valoramos la labor
de un docente; por otra parte,
también nos dota de conocimientos y
aprendizajes para poder hacer frente
a nuestra práctica in situ. De acuerdo
a lo anterior, cabe resaltar que este
primer momento de práctica permitió
fortalecer mi vocación docente y me
dio más seguridad y conanza en lo
que estoy haciendo y lo que quiero
para mi futuro.
Un segundo momento de formación
es la práctica pedagógica in situ;
éste es un proceso que requiere
de más disciplina, responsabilidad
y cumplimiento, ya que por un día
estaremos a cargo de un salón de clase;
es ahí donde empiezan los nervios, las
inseguridades, porque no sabemos a
qué nos vamos a enfrentar, pero estas
emociones se van olvidando en cuanto
nos vamos desenvolviendo con los
estudiantes, porque ellos nos dan esa
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conanza y ganas de dar lo mejor de
nosotros mismos.
Dentro del aula de clase se comparte
risas, alegrías, dicultades y momentos
tristes que, a veces, quisiéramos
tirar la toalla, pero de todos esos
momentos hay que aprender y
demostrar que estamos preparados
para los diferentes retos que exige ser
un docente. En dicho proceso vamos
aprendiendo a ser mejores personas y
nos damos cuenta que la vida de un
docente es una labor de admirar; y los
conocimientos, habilidades y destrezas
que aprendamos a lo largo de este
camino, nos ayudarán a ser mejores
docentes y demostrar que las cosas
hechas con amor y disciplina nunca
serán un trabajo.
Como tercera etapa tenemos la
práctica pedagógica in situ III, en la
cual vamos más seguros de lo que
vamos a hacer, ya que aprendimos
muchas habilidades para desarrollar
como docentes; pero dicha práctica se
tornó gris, ya que debido a la pandemia,
pasamos de la presencialidad a dar
clases totalmente a distancia; esto
fue un momento difícil para todos, a
nivel familiar, social y educativo y nos
hizo reexionar sobre el importante
papel que desempeñamos nosotros
los docentes, ya que los padres de
familia tuvieron que tomar esta papel
y supieron valorar este trabajo, que no
es tan fácil.
De acuerdo a lo anterior, este
momento fue muy difícil, ya que no
teníamos los sucientes conocimientos
en las TIC, y esto nos permitió
acercarnos más a ellas y reconocer
lo importante que son para la vida de
todas las personas, si se las sabe utilizar.
Por otra parte, la mala conexión que
tiene el sector no permitió desarrollar
muy bien esta práctica, ya que muchos
niños no tenían internet ni los medios
para desarrollar una clase virtual; por
esta razón, nosotros como maestros,
tenemos que buscar estrategias para
dejar un aprendizaje signicativo.
Para concluir, estas etapas por la
que pasamos en nuestra formación
como docentes son muy graticantes
y signicativas, y nos presentan
bastantes retos y obstáculos que
debemos saber sobrellevar, para de
esta manera poder ser mejor persona
y, también, mejores maestros.
Camila Andrea Loza Guerrero:
Para iniciar, el grado de práctica
pedagógica que me corresponde es
segundo de Básica Primaria, en la
Fundación El Jardín del Niño Dios.
La práctica pedagógica que estoy
realizando en octavo semestre ha sido
de gran satisfacción para mí, porque he
fomentado mi aprendizaje; ser maestra
de estudiantes tan cariñosos, amables,
colaboradores, respetuosos, es un
gran talento; sobre todo, que gracias
a ellos soy una mejor persona; con
ellos he aprendido el verdadero valor
de un maestro, porque sé que soy un
ejemplo a seguir para ellos y la persona
que los orienta, apoya y colabora en las
necesidades que cada uno presenta.
Actualmente, la práctica pedagógica
la estoy desarrollando de manera
virtual cada miércoles, enseñando
tres materias, que son: matemáticas,
lengua castellana y ética y valores. A
través de la plataforma de zoom los
niños se conectan a las tres clases
y, las actividades que realizan son
enviadas a la plataforma de Classroom
y de esta manera se mira el proceso
de los estudiantes, si han avanzado en
el conocimiento, también para mirar si
se necesita reforzar en el tema o si las
temáticas fueron claras.
Sin embargo, en las clases
virtuales hubo muchas situaciones;
algunos estudiantes tenían diferentes
dicultades para aprender, pero a
medida que pasaba el tiempo, pude
lograr que los niños se motivaran por
mejorar las dicultades de escritura,
lectura, resolución de problemas, entre
otros, utilizando diferentes estrategias y
materiales para mejorar el aprendizaje
de los estudiantes.
Según Bruner, la enseñanza puede
facilitar el proceso de descubrimiento
de los niños por sí mismos, sin que
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ello signique encontrar verdades
totalmente nuevas. Y para ello, la
enseñanza debe propiciar un ambiente
lleno de situaciones que el niño pueda
abordar, que favorezcan su autonomía y
que lo estimulen a aprender haciendo;
debe tomar en cuenta el orden ecaz de
los materiales y que el alumno aprenda
a través de su actividad; que aprenda
descubriendo y resolviendo problemas
(Serrano, 1990).
Por lo tanto, he querido mejorar la
enseñanza-aprendizaje que se utiliza
en la institución, siendo una maestra
exible que se adapta a las necesidades
de cada estudiante, porque cada
uno necesita apoyo, colaboración
y acompañamiento. Es necesario
reconocer que el aprendizaje y la
formación del niño se adquieren desde
el hogar, ya que es la base fundamental
para que logre aprender principios,
normas y, sobre todo, buenos valores.
En mis clases virtuales he tratado
de motivar a los niños al máximo,
porque muchas veces es agotador que
ellos permanezcan en el computador
tanto tiempo; pero así fue como lo
estableció la institución; por lo tanto,
se debe seguir ese horario de 45
minutos por cada materia. Estoy muy
contenta porque los niños, al mirar la
motivación que se hace cada día, son
ellos quienes invitan a los padres que
estén más pendientes de conectarlos a
las clases, porque no les gusta faltar,
ya que les encanta participar y, sobre
todo, aprender.
Finalmente, en las clases virtuales
pude conocer varias herramientas
virtuales que sirvieron bastante
para mejorar el aprendizaje en los
estudiantes, que las podré practicar
en el transcurso de mi vocación como
maestra. Es importante resaltar que un
maestro por vocación no solo forma al
estudiante en conocimientos, sino que
también forma a seres íntegros, capaces
de resolver problemas, circunstancias
y tener una perspectiva diferente de lo
que sucede en el entorno.
Nathalia Viviana Meneses Ortiz:
La práctica pedagógica en el Colegio
Ciudad de Pasto Sede Miraores, en
el grado 1-1 Jornada de la tarde se
convirtió en grandes aprendizajes
y experiencias. La práctica en esta
institución ha sido una de las mejores
elecciones; aparte, fue donde tuve
una educación de calidad y grandes
aprendizajes; por eso, la conozco muy
bien; por lo tanto, es una escuela donde
tiene diferentes estratos económicos y
¡qué felicidad tener la dicha de volver a
este lugar para enseñar y, a la misma
vez, aprender como parte de nuestra
formación docente!
Las clases presenciales en esta
escuela fueron verdaderamente
maravillosas y, a la vez, un reto
donde tenías más de 15 estudiantes
con diferentes comportamientos,
entusiasmo y, sobre todo, diferentes
formas de aprender. En esta oportunidad
pudimos trabajar tres compañeras en
este mismo salón, donde al tener el
primero momento nos presentamos con
los estudiantes, docente y coordinador,
el cual el coordinador nos pedía el
favor de intervenir en este salón, ya
que presentaban ciertas dicultades
de aprendizaje, donde las pudimos ir
notando y observando, a medida de
la práctica; así mismo, por la docente
acompañante, la cual no tenía buenas
estrategias.
El primer día de clase fue un día
muy duro, donde no tuve una mayor
atención, ya que los estudiantes ya
venían con un proceso de desorden
y no atención; parecía que nada les
llamara la atención, donde al terminar
la jornada me vine pensando muchas
cosas donde nunca había tenido un
grupo tan disruptivo; por lo tanto,
busqué diferentes estrategias y, lo más
importante, partir de unas reglas para
mejorar dentro del aula de clases, para
obtener una mejor atención.
La segunda y tercera clase era el
proceso donde se aplicó estas reglas
y se iba observando qué estudiante
iba cambiando y mejorando, donde
se obtuvo un mejor resultado en la
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tercera clase. Pero, así mismo, había
estudiantes a quienes no les gustaba
trabajar en la clase, donde tuve una
charla con estos estudiantes, los cuales
comentaban que nadie les ayudaba a
hacer las tareas en su hogar, donde
revisé su cuaderno y no tenían las
actividades desarrolladas; con estos
estudiantes mandé una nota, con
permiso de la docente a cargo, con
el n de que estos estudiantes no se
vean perjudicados en su educación y
así obtener una atención de parte de
sus padres a sus hijos. En el transcurso
de la práctica las clases fueron
mejorando, donde siempre se trataba
a los estudiantes con amor, respeto,
paciencia, donde siempre se tuvo un
acompañamiento y liderazgo para la
realización de actividades.
Las clases fueron mejorando en
todo aspecto; hubo más conexión y
más participación de los estudiantes
y padres de familia; la enseñanza
desarrollada fue de gran utilidad, donde
el estudiante no tenía un aprendizaje
signicativo.
El comienzo de las clases virtuales
debido a la pandemia por el virus
COVID-19 fue muy difícil, ya que
las familias no tenían los aparatos
electrónicos para poder conectar a sus
hijos para recibir sus clases virtuales,
donde se dejó ciertas semanas para
que los estudiantes consigan algún
dispositivo y tener acceso a estas
clases; así mismo, el colegio Ciudad
de Pasto regaló unas sim cards para
ciertos estudiantes que, en verdad, las
necesitaban.
Fue así donde se volvió a hacer la
presentación con los padres de familia,
dándoles aviso de que nosotras, las
practicantes, volveríamos a dar la
clase a través de la virtualidad, donde
al recibir las clases se pedía que todo
estudiante tenga un acompañante y
las clases serían de 4 p. m. hasta las
6 p. m. El primer día de clase virtual
fue un poco complicado, ya que todos
empezaban a hablar por medio de la
aplicación Meet, donde no todos los
estudiantes tenían un acompañante,
ya que nos informaban que muchos
de ellos se encontraban laborando.
Dado este caso, se hizo una reunión,
ya que no se podía dar las clases como
se planeaba; fue así donde el segundo
día los padres de familia acataron
esta instrucción y fue mejorando; no
todos los estudiantes podían asistir y
por ello se grababa la clase, para que
ellos al nal la puedan visualizar y
contextualizar.
Por lo tanto, estas clases virtuales
fueron un gran reto, donde no todos
teníamos… como esa conanza por
medio de estos aparatos electrónicos;
dada esta situación, cambió mucho la
forma de aprender, donde los temas se
presentaban a través de diapositivas,
guías, videos, entre otros, donde las
guías las debían imprimir ellos mismos,
ya que antes el colegio brindaba esta
ayuda.
Cada clase por esta aplicación se
convirtió en un acompañamiento extra
donde cada tema, actividad, tenía
una ventaja: la facilidad de presentar
ciertos temas. Las áreas más aplicadas
fueron Castellano, Sociales, Inglés y
Ética y valores; en cada una se aplicó
diferentes temas y talleres, donde
en la mayoría se hizo partícipes a los
estudiantes, para una gran interacción y
conocer qué estudiante está mejorando
y cuál faltaba por pulir. Ya nalizando
las clases virtuales, fueron un gran
apoyo para estudiantes y docentes
para poder culminar con su educación
y aprendizaje.
Una de las autoras que siempre
tengo claro y trato de aplicar es de
Montessori, donde nos habla que un
estudiante es una esponja que absorbe
todo lo que ve, todo aprende, donde
estos estudiantes deben ser interactivos
y, a la misma vez, son curiosos y es
bueno que todos nuestros estudiantes
aprendan cada parte didáctica; este
método se puede aplicar tanto en casa
como en las aulas, ya que los niños
comprenderán cualquier contenido y se
desarrollarán plenamente como seres
humanos, con el n de desarrollar
el potencial del niño en un ambiente
estructurado. Y, por último, Bruner y
Jerome, quienes nos hablan de la teoría
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del descubrimiento o por intervención,
donde en cada práctica se comenzaba
de los saberes previos, para ver qué
es lo que conocen y qué es lo que
observan, donde puedan describir todo
lo que observan, tanto en una imagen
como en un video.
Conclusiones
Las distintas realidades de la educación
en tiempos de pandemia permiten
visibilizar situaciones muy disimiles para
la realización de la práctica pedagógica,
donde se puede rescatar la creatividad,
la entrega y el sacricio de muchos
docentes, el deseo de aprender por parte
de los estudiantes y, la valoración de la
educación por parte de los padres de
familia. De otro lado, también permite
dar cuenta de la desigualdad social tan
sentida en nuestro país, ya que muchas
familias no cuentan con celulares y
computadores, ni mucho menos con
conectividad, especialmente en los
sectores rurales y populares, dicultando
la prestación del servicio educativo; no
obstante a las dicultades presentadas,
se rescata la entrega de los docentes y el
uso de muchas estrategias para llegar a
los hogares; de igual manera, se rescata
el trabajo autónomo de los estudiantes y
el acompañamiento de las familias.
Los estudiantes de la Facultad de
Educación, en sus prácticas pedagógicas,
resultaron ser unos agentes educativos
muy importantes en los contextos donde
desarrollan sus prácticas, porque se
convirtieron en un apoyo para los docentes,
estudiantes y las familias, mediante sus
aportes desde la creatividad e innovación
educativa, cumpliendo el propósito de su
formación.
Referencias
Serrano, M. (1990). El Proceso de Enseñanza - Aprendizaje. Consejo de Estudios de
Posgrado y Consejo Editorial de la Universidad de los Andes.