Rada

Resumen

Muy querida destinataria mía:
la saludo en este día, para pedirle que no me abandone
en este estado miasmático
en el que me encuentro. Luego de que usted decidió
reemplazarme por las acérrimas noches
que suelen inundar sus sueños, no he hecho otra cosa que inmolar
mi cuerpo a las estrellas; ellas no hacen otra cosa más que desgarrar
mi pecho para entumecer mi corazón.