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Claudia Patricia Bonilla Ibáñez
Hábitos saludables en adolescentes escolarizados de la ciudad de Ibagué, 2023-2024
Revista Criterios - vol. 32 n.o 2 Julio-Diciembre 2025 - pp. 161-175
Rev. Criterios ISSN: 0121-8670, e-ISSN: 2256-1161
https://doi.org/10.31948/rev.criterios
Introducción
La adolescencia, según la Organización Mundial
de la Salud (OMS, s.f.), es la etapa de la vida
comprendida entre los 10 y los 19 años, la
cual se caracteriza por cambios corporales
significativos en el peso, la talla y otros
aspectos físicos. Estos cambios ocurren en
todos los adolescentes, aunque varían según
el sexo. Durante esta etapa, también se inicia
la vida social, lo que implica retos como la
influencia de los pares en el comportamiento,
la rebeldía ante las normas y reglas, así como
modificaciones en las relaciones y en el rol
dentro de la familia (Organización Panamericana
de la Salud, 1990).
Existe gran evidencia de la relación del
sobrepeso y la obesidad con el aumento de
riesgo de otros problemas de salud, entre
los que se incluyen hipertensión arterial,
dislipidemias, enfermedades cardiovasculares,
diabetes, enfermedades crónicas de las vías
respiratorias, osteoartrosis y cáncer (seno,
vesícula biliar, endometrio y próstata). También,
se consideran como factores asociados con
el sobrepeso y la obesidad los demográficos
(mayor edad, sexo femenino, raza negra), los
socioculturales (menor nivel educativo y menor
ingreso económico), los conductuales (mayor
ingesta alimentaria, tabaquismo, ingesta de
alcohol) y la actividad física (sedentarismo)
(Organización Panamericana de la Salud, 2024;
Correa et al., 2022).
Aunque la adolescencia es sinónimo de
crecimiento excepcional y gran potencial,
constituye también una etapa de riesgos
considerables, durante esta, el contexto social
puede tener una influencia determinante en
la adopción de conductas y comportamientos
que pueden generar riesgo relacionado con
el aumento de peso. A su vez, la percepción
del peso es un determinante para los
hábitos nutricionales. En consecuencia, los
adolescentes presentan mayor dificultad para
integrarse a prácticas de control de peso, tales
como dieta y ejercicio.
La prevalencia del sobrepeso (que incluye la
obesidad) entre los niños y adolescentes de 5 a
19 años ha aumentado drásticamente, pasando
del 8 % en 1990 al 20 % en 2022 (OMS, s.f.).
En 2022, más de 390 millones de niños y
adolescentes de 5 a 19 años tenían sobrepeso,
de los cuales 160 millones eran obesos. Las
estrategias para el control de la obesidad en la
adolescencia se han asociado a la disminución
de nutrición no saludable y actividad física,
ya que estas influyen en la salud de manera
combinada. Estas medidas contribuyen al logro
de los objetivos de desarrollo del milenio de las
Naciones Unidas.
Según la Encuesta Nacional de Situación
Nutricional en Colombia (ENSIN) (Ministerio
de Salud y Protección Social, 2015), el nivel
de sobrepeso en los adolescentes aumentó
2,4 puntos porcentuales, pasando del 17,5 %
al 17,9 %, cifra alarmante. Se suma a esto la
ingesta de comida “chatarra” y el sedentarismo.
En cuanto a la actividad física, la ENSIN 2015
señala que el cumplimiento de recomendaciones
de actividad física en adolescentes es del 18,7
% en hombres y del 7,6% en mujeres. En las
cabeceras municipales, corresponde al 13 % y
en el resto del territorio al 14,3 %. En Colombia,
es del 13,4 %, índices bajos de actividad física.
La ENSIN indica que las causas del incremento
de la obesidad están relacionadas con cambio
en los patrones de actividad física: los niños y
los jóvenes de 5 a 17 años dedican mucho de
su tiempo a ver televisión o a jugar videojuegos
(dos a cuatro horas al día), que los lleva a tener
bajos niveles de actividad física y mayor riesgo
de sobrepeso y obesidad (Ministerio de Salud y
Protección Social, 2015).
Según la ENSIN, en el departamento del Tolima
se reportó una prevalencia de sobrepeso del
14,3 % y de obesidad del 4,2 % en adolescentes
de 5 a 17 años (Ministerio de Salud y Protección
Social, 2015). Sin embargo, para el municipio de
Ibagué, no se cuenta con registros específicos
sobre obesidad infantil ni con programas de
intervención oportuna para su control, lo que
impide dimensionar la magnitud real de esta
problemática en la población adolescente local.
Adicionalmente, en este municipio no se han
identificado estudios que exploren los factores
que dificultan la adopción o modificación de
comportamientos saludables relacionados con
la nutrición y la actividad física en adolescentes.