
La recreación como catalizador de rutas de turismo agroecológico
en espacios bioculturales
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Revista Criterios - vol. 32 n.o 1 Enero-Junio 2025 - pp. 124-143
Rev. Criterios ISSN: 0121-8670, e-ISSN: 2256-1161
https://doi.org/10.31948/rev.criterios
espacios bioculturales, como áreas naturales,
parques nacionales o jardines botánicos, entre
otros, deben implementar estrategias que
fomenten actividades lúdicas y recreativas,
integren la educación ambiental, valoren estos
espacios y promuevan el manejo sostenible de
los recursos naturales.
Es indispensable adoptar una visión holística
que contemple prácticas agrícolas y culturales
tradicionales, con el fin de construir un modelo
turístico que sea verdaderamente sostenible y
respetuoso con el medioambiente. El estado
Barinas, en particular, ofrece un escenario
propicio para el desarrollo del turismo
agroecológico, gracias a su vasta extensión
de llanuras y espacios naturales. En este
contexto, el Instituto Nacional de Parques y
Turismo (Inparques) y el Instituto Nacional de
Turismo (Inatur) desempeñan un papel crucial
como promotores de la educación ambiental
y el turismo agroecológico. Su labor, en
alianza con el Grupo de Creatividad Intelectual
Venezuela Turísticas Agroecológica Venturagro
de la Universidad Nacional Experimental de
los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora
(UNELLEZ) Barinas, permite aprovechar los
espacios naturales y culturales para actividades
recreativas, educativas y de entretenimiento.
Esta colaboración interinstitucional es esencial
para garantizar la efectividad de las estrategias
de desarrollo turístico. Asimismo, las entidades
públicas deben priorizar la protección de
los parques nacionales y recreacionales, ya
que es una política de Estado orientada a la
preservación del patrimonio natural del país.
En la actualidad, el estado Barinas alberga
tanto parques nacionales como recreacionales,
que han sido escenarios de proyectos de
Inparques, Inatur y Venturagro, los cuales
han promovido la educación ambiental, el
ecoturismo, el turismo agroecológico y las
prácticas de campo en instalaciones como
el Parque Recreacional La Federación y el
Jardín Botánico Ezequiel Zamora. Estas
iniciativas se extienden a las escuelas y
liceos, con el objetivo de sensibilizar y educar
a los estudiantes en materia ambiental. No
obstante, es necesario reconocer que dichas
instalaciones, ubicadas en la avenida 23 de
Enero, parroquia El Carmen y Alto Barinas
del municipio Barinas, presentan un deterioro
considerable debido a la falta de mantenimiento
por parte del Estado. Igualmente, la escasez
de personal impide mantener las áreas verdes
en óptimas condiciones, lo que ha generado
que los visitantes o turistas, especialmente
los jóvenes, le den un uso fuera del ámbito
educativo, mientras que niños y adultos
mayores asisten con motivos de ocio, en
muchos casos, sin la debida información y
compromiso con la conservación.
Por ello, el desarrollo de planes de recreación
para rutas turísticas agroecológicas en
espacios bioculturales representa una
oportunidad invaluable para impulsar un
modelo turístico sostenible y equitativo
en Venezuela. Al integrar la recreación, la
educación ambiental y la valoración del
patrimonio cultural, se puede lograr un impacto
positivo en el desarrollo socioeconómico de
las comunidades locales y en la conservación
de la biodiversidad. El estado Barinas, con su
riqueza biocultural, puede convertirse en un
ejemplo de buenas prácticas en este campo,
siempre y cuando se implementen estrategias
integrales y participativas que garanticen un
futuro sostenible para todos. Es crucial que las
instituciones públicas, los entes educativos y
las comunidades locales trabajen en conjunto
para construir un modelo turístico que beneficie
a todos y que promueva la armonía entre el ser
humano y la naturaleza.
En síntesis, un plan de recreación para el
desarrollo del turismo agroecológico en
espacios bioculturales debe ser más que una
simple lista de actividades; debe constituir
una estrategia integral que conecte a los
visitantes con la naturaleza, la cultura y la
historia de estos lugares. Este plan debe
promover el aprendizaje, la interacción
social, el respeto por el medioambiente y el
empoderamiento de las comunidades locales.
De esta manera, Al convertir la recreación en
un elemento clave del turismo agroecológico,
se pueden generar experiencias turísticas
más auténticas, significativas y sostenibles,
que beneficien tanto a los visitantes como
a las comunidades anfitrionas, con el fin de
fomentar un mayor aprecio por la riqueza del
patrimonio natural y cultural.