
80
Revista Criterios - vol. 32 n.o 1 Enero-Junio 2025 - pp. 77-89
Rev. Criterios ISSN: 0121-8670, e-ISSN: 2256-1161
https://doi.org/10.31948/rev.criterios
La oralidad académica, un eje fundamental en la formación de educadores
Ángel Miguel Cárdenas Silva
Edinson Albeiro Malte Muepaz
José Edmundo Calvache López
En el presente artículo, se hace énfasis en
la oralidad académica que se evidencia en
las licenciaturas de Artes Visuales y Lengua
Castellana y Literatura de la Universidad de
Nariño, Colombia. El estudio se llevó a cabo
motivados por la experiencia de la labor
docente realizada en el campo de la oralidad,
el conocimiento de las características de los
estudiantes que acceden a estos programas
y a partir de la reflexión de las fortalezas y
oportunidades que se observan entre profesores
y estudiantes, con el fin de, en lo posible,
remediar debilidades y prevenir amenazas. Así,
la pregunta orientadora fue: ¿cómo fortalecer la
oralidad académica en los programas de Artes
Visuales y de Lengua Castellana y Literatura
de la Universidad de Nariño? Para este fin, se
partió de la caracterización teórico-práctica
evidenciada en las dinámicas de aula y fuera
de ella.
Después de analizar la realidad en dichos
programas, se observa que varios estudiantes
presentan un bajo índice lector, carecen de
motivación y, en muchos casos, muestran
inseguridad al expresar sus ideas de manera
oral; además, las estrategias curriculares
se caracterizan por su enfoque tradicional y
por otorgar escasa importancia al desarrollo
de la expresión oral. Esto podría atribuirse a
factores intrínsecos y extrínsecos, como poca
motivación, ausencia de estrategias didácticas
efectivas para la enseñanza, inexistencia de
escenarios adecuados para practicar el discurso
oral o concepción limitada de la enseñanza y
el aprendizaje de esta competencia, enfocados
únicamente en cumplir con evaluaciones
sumativas en lugar de promover un proceso
formativo integral.
Por estas razones, esta investigación tiene
como objetivo, después de realizar una
caracterización del proceso, proponer directrices
didácticas orientadas al fortalecimiento
de la oralidad, mediadas por el uso de la
teatralidad, teniendo en cuenta que el teatro
se presenta como una herramienta valiosa, ya
que favorece tanto el desarrollo del lenguaje
verbal oral como el no verbal, en sus diferentes
dimensiones (kinésica, proxémica, icónica,
señales, lenguajes gráficos y música). Además,
promueve el lenguaje paraverbal, destacando
aspectos como el volumen, el ritmo, el tono de
voz, las repeticiones, los sonidos y los silencios
(Espíndola y Morales, s.f.).
Actualmente, la capacidad de expresión oral
se percibe como un factor imprescindible
en el desarrollo profesional; por lo tanto, es
necesario implementar, en mayor o menor
medida, estrategias didáctico-pedagógicas que
conlleven la mejora del discurso oral (oralidad
académica). En este contexto, la educación
superior tiene la responsabilidad de formar
profesionales con cualidades expresivas acordes
con las dinámicas sociales contemporáneas,
mediante actividades orientadas a la
comunicación y la exposición de información;
así como contar con espacios académicos
que permitan fortalecer las herramientas de
comunicación desde la oralidad (Casanova y
Roldán, 2016).
Al entender la importancia de la oralidad
en la comunicación humana, es pertinente
también reconocer el papel que esta tiene
en el proceso educativo, principalmente en la
formación de educadores. En consecuencia,
la práctica docente requiere de profesionales
con capacidades discursivas competentes,
ya que la educación es un acto netamente
dialógico. En este sentido, el licenciado en
formación debe encontrar en su plan de
estudios elementos que le permitan fortalecer
su competencia discursiva, mediante estímulos
cognitivos, lectores y lúdicos y, así mismo,
tener los escenarios para la práctica discursiva
y dialógica en los procesos de enseñanza y de
aprendizaje.
Desde esta perspectiva, la oralidad es
esencial en el proceso de aprendizaje de los
profesionales en formación, gracias a que
mejora las habilidades comunicativas entre
estudiantes y docentes. Para Álvarez y Parra
(2015), la expresión oral puede ser espontánea,
pero también producto de una preparación
rigurosa. Por tal razón, la universidad, en los
diferentes espacios y disciplinas de formación
de profesionales, debe motivar y capacitar
a sus docentes para promover técnicas y
dinámicas activas que fortalezcan, entre la