
Cuidado de enfermería en paciente posoperatorio de revascularización
miocárdica en la unidad de cuidados intensivos: estudio de caso
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Ángela Patricia Dávila Gamboa
Julieth Ximena Guerrero Córdoba
Norma Viviana Moreno Montenegro
Claudia Amanda Chaves
Revista Criterios - vol. 32 n.o 1 Enero-Junio 2025 - pp. 48-62
Rev. Criterios ISSN: 0121-8670, e-ISSN: 2256-1161
https://doi.org/10.31948/rev.criterios
revascularización miocárdica para corregir
los daños generados a nivel arterial. Este
tratamiento quirúrgico se ha realizado con
mucha frecuencia en otros países, tal como
se indica en el estudio de Navarro y De Carlos
(2021), en el cual se señala que se realizaron
más de 70.000 revascularizaciones con un
efecto positivo a corto y a largo plazo. En
términos de mortalidad, la supervivencia al
año de vida de los pacientes se evidenció en
un 90 %, además, no presentaron un segundo
evento cardiovascular en ese periodo. Después
de 10 años de la cirugía, sobrevivió el 73,1
% de los pacientes. Por ello, el procedimiento
invasivo se realiza de manera frecuente,
su efectividad y confiabilidad ha permitido
mejorar el estado de salud de los pacientes y
evitar un nuevo episodio coronario.
En Colombia, este procedimiento se realiza
con frecuencia y ha demostrado resultados
óptimos, como lo descrito por Castellanos et
al. (2022), quienes señalan los factores de
riesgo, síntomas y determinantes que llevan
a definir el tratamiento a utilizar, que, en la
mayoría de los casos, es la revascularización
miocárdica, ya que es un procedimiento seguro
y que proporciona excelentes resultados. Para
Sainz Cabrera (2020), este procedimiento
se realiza con frecuencia en detección de
patologías coronarias en pacientes cada vez
más jóvenes; al realizar el seguimiento a los
5 años del posoperatorio, se evidenció que
su calidad de vida es óptima. Estos datos se
relacionan con la investigación de Espinoza
et al. (2022), quienes realizaron seguimiento
a pacientes sometidos a revascularización
miocárdica, los cuales presentaban diferentes
factores de riesgo, aproximadamente el 96,2
%, y ahora cuentan con 10 años de sobrevida
después del procedimiento.
Teniendo en cuenta la magnitud del
procedimiento, el equipo multidisciplinar que
actúa debe estar totalmente capacitado. Por lo
tanto, Enfermería, en el acto quirúrgico, ejerce
un papel fundamental, sobre todo desde su
especialidad enfermera Perfusionista, ya que
son los encargados de realizar circulación
extracorpórea y cuidados intraoperatorios,
vitales durante la cirugía. Estos enfermeros
capacitados permiten que el médico especialista
encargado realice el procedimiento de manera
adecuada y mantenga al paciente con vida,
ya que se está supliendo la función cardiaca
durante la revascularización. En palabras de
Vázquez et al. (2022):
El enfermero perfusionista se encarga de
liderar la circulación extracorpórea (CEC),
proceder generalmente utilizado para realizar
la cirugía cardíaca, cuya función principal
es la sustitución de la actividad cardíaca y
pulmonar, que permite realizar las diferentes
técnicas quirúrgicas en el corazón. (p. 3)
El profesional de enfermería, mediante el
cuidado, debe lograr disminuir la incidencia de
complicaciones y brindar mayor seguridad a
la persona (Vázquez et al., 2022). Desde este
punto de vista, se evidencia la importancia de un
personal de enfermería cualificado, que realice
dichas intervenciones y brinde los cuidados
intra y posoperatorios que se realizan en la
unidad de cuidados intensivos; considerando
que estos procedimientos aseguran al menos
el 50 % de la recuperación de los pacientes.
En el estudio de Cortez et al. (2020), se
menciona que, mediante cuidados específicos
y enfocados en el paciente, se logran
resultados óptimos que llevan a disminuir
la estancia hospitalaria. Esto también se
relaciona con el estudio de Rueda y Torres
(2020), en el cual se señala que el cuidado
intensivo posoperatorio de la cirugía cardíaca
tiene como objetivo primordial la recuperación
de la homeostasis, misma que se ve afectada
por los cambios fisiopatológicos generados
por el uso de la circulación extracorpórea,
los fenómenos isquemia-reperfusión en el
corazón, la hipotermia, trastornos en el
sistema de coagulación y los efectos adversos
de las transfusiones y el sangrado.
En este estudio de caso, el profesional de
enfermería fue fundamental en la recuperación
del paciente, ya que le proporcionó una
atención directa en el posoperatorio, con un
manejo integral en la UCI, asegurando la
higiene, proporcionando seguridad, comodidad
y bienestar. En este sentido, el proceso de
cuidar como acción profesional queda vinculada