Aprendizaje basado en proyectos para el uso racional del agua
Revista Criterios - 29 (1) Enero- Junio 2022 Rev. Criterios - pp. 218-239
ISSN: 0121-8670, ISSN Electrónico: 2256-1161,
https://doi.org/10.31948/rev.criterios
Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia.
Alcira Yojanna Fragozo-Argote
Nadya Julieth Guerra-Palmera
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La segunda, es la fase de:
Reconstrucción de la práctica, la propuesta
de una práctica alternativa más efectiva. […].
Finalmente, la tercera fase tiene que ver con
la validación de la efectividad de la práctica
alternativa o reconstruida, es decir, con la
constatación de su capacidad práctica, para
lograr bien los propósitos de la educación.
La nueva práctica no debe convertirse en el
nuevo discurso pedagógico sin una prueba
de efectividad.
En el ámbito pedagógico, por otra parte,
se investiga y construye el saber hacer,
para lograr apropiación del saber disciplinar
por parte de los estudiantes (enseñar), así
como el saber hacer para que el estudiante
interiorice actitudes y valores (saber formar,
saber mostrar caminos, saber convencer).
(Restrepo, 2002, p. 52/48)
Lo anterior impulsó a las investigadoras a
motivar a los docentes responsables, a efectuar
una reexión de la práctica pedagógica, por la
actual situación que impera en la institución
ante el uso del agua, su escasez y la importancia
de lograr un cambio de conducta en los
estudiantes, con un aprendizaje signicativo
que los concientice, por medio del ABP, para
lograr la transformación hacia el uso racional
del agua.
Unidades de análisis
Están localizadas en el tiempo y en el espacio
y, denen la población de referencia de la
investigación. “Son aquellas unidades de
observación que, seleccionadas de antemano,
y reconocidas por los observadores en el
campo y durante el tiempo de observación,
se constituyen en objeto de la codicación”
(PBworks, s.f., párr. 11). Por lo tanto, se reere
al modo simple, comprensible y riguroso con
el que el investigador elige los participantes
correctos para localizar la información, al
observar el proceso de implementación de las
estrategias planicadas en el marco de la IAP.
Dadas estas armaciones, la unidad de análisis
concierne al contexto representativo del objeto
de estudio; por ello, se toma un muestreo
intencional y conveniente, para dar respuesta
a los objetivos y al tipo de investigación en
un contexto especíco, aspectos descritos a
continuación:
Para la investigación se seleccionó como unidad
de análisis, los 940 estudiantes de la IET La
Esperanza, con el propósito de intervenir el
hacer educativo e implementar estrategias
que dinamicen el ABP como metodología
para el consumo racional del agua y, lograr
transformar la realidad que preocupa a las
investigadoras. En concordancia con el tipo
de muestreo seleccionado (no probabilístico)
de tipo intencionado y por conveniencia, fue
importante señalar unos criterios de selección
para conformar la unidad de trabajo: los 114
estudiantes del grado séptimo.
Para la recolección de la información, en
el diagnóstico, se procedió a efectuar una
encuesta, la cual para Sanjurjo et al., (2011),
es una opción interesante y válida en el ámbito
educativo, porque puede ser aplicada a grupos
de estudiantes y/o profesores, con el objetivo
de indagar sobre determinado problema o
situación; es un instrumento exploratorio que
conduce a una primera aproximación a las
concepciones de evaluación de los aprendizajes
y de las buenas prácticas evaluativas de la
población. El instrumento diseñado fue de
carácter mixto, por cuanto contiene preguntas
cerradas y abiertas.
En este punto, resulta fundamental claricar que
el método de la IAP se deriva, originalmente,
de la Investigación-Acción, y se ubica en el
paradigma socio-crítico, el cual surge, según
Alvarado y García (2008), como respuesta a
las tradiciones positivistas e interpretativas,
con la pretensión de “superar el reduccionismo
de la primera, así como el conservadurismo de
la segunda, admitiendo la posibilidad de una
ciencia social que no sea ni puramente empírica
ni solo interpretativa” (p. 22). Adicionalmente,
adopta una mirada global y dialéctica del
tema investigado, lo cual permite a los
investigadores la combinación metodológica de
los métodos, donde se armoniza instrumentos
de recolección de datos interpretativos y
positivistas. La anterior aclaratoria se hace con
el n de justicar, dentro de la investigación, la
utilización de instrumentos de tipo cuantitativo
en la primera fase de la IAP; esto es, de
deconstrucción de la acción pedagógica, pues,
a partir de esos resultados, se origina acciones
tendientes a la planicación de las estrategias
dentro de la metodología del ABP para el uso
racional del agua.
En cuanto al desarrollo de la investigación,
desde la primera fase hasta la tercera, se utilizó
la sistematización la cual, según Jara (2018)
“es una forma para la reconstrucción ordenada
de las experiencias, procesos productores de
conocimientos, conceptuar la práctica para darle
coherencia a todos sus elementos; es un proceso
participativo” (p. 52). Para ello, se empleó la
técnica de la observación, la cual para Martínez