Abordaje por competencias en la Licenciatura en Ciencias
Naturales y Educación Ambiental - UDENAR
Revista Criterios - 29 (1) Enero- Junio 2022 Rev. Criterios - pp. 98-107
ISSN: 0121-8670, ISSN Electrónico: 2256-1161,
https://doi.org/10.31948/rev.criterios
Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia.
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del aprendizaje al mundo laboral, personal
y social. Y, teniendo en cuenta que todo el
proceso ocurre en unas coordenadas espacio-
temporales, en una realidad sociopolítica,
dentro de un plan de formación. (p. 327)
El aprendizaje basado en resultados es
similar al hecho de que estos, en este caso,
llamados ‘competencias’, son identicados de
antemano y los estudiantes son evaluados con
frecuencia. De esta manera, el aprendizaje
basado en competencias puede ser pensado
como una forma de aprendizaje fundamentada
en resultados y, claro está, su evaluación es
denida desde dinámicas de acompañamiento,
por procesos, tiempos y productos denidos
y evaluación/valoración, desde los ritmos y
estilos de aprendizaje. En este sentido, Sans
(2005) expresa que la evaluación “no es
simplemente una actividad técnica o neutral,
sino que constituye un elemento clave en la
calidad del aprendizaje, ya que condicionará su
profundidad y nivel” (p. 18).
Desde 1996, el Informe Delors (1996) planteó
como requerimientos de la educación del siglo
XXI, cuatro aprendizajes fundamentales que
deberán ser construidos en la vida de cada
individuo:
Aprender a conocer; es decir, aprender los
instrumentos de la comprensión, aprender
a hacer, para inuir en el propio entorno,
aprender a vivir juntos, para participar
y cooperar con los demás en todas las
actividades humanas y, aprender a ser,
que es un proceso fundamental que recoge
elementos de los tres anteriores. (p. 98)
Además, hablar de formación por
competencias, lleva a la educación superior
a reexionar sobre el desplazamiento de un
sistema tradicional enfocado a dictar, copiar,
memorizar y repetir, y dar apertura a un
sistema que vaya en correspondencia con la
formación de las personas, desde unas teorías,
prácticas, acciones, evaluaciones, valoraciones
e interacciones, que posibiliten educar desde la
integralidad, interdisciplinariedad, diversidad
y en respuesta a las demandas y exigencias
del siglo XXI, lo que nos lleva a una perspectiva
constructivista, donde el docente debe ampliar
sus fuentes de información sobre el desempeño
del estudiante, para desarrollar procesos de
aprendizaje funcionales y signicativos (Calero,
2009).
Para Tobón (2008), el aprendizaje por
competencias aporta a una formación integral
y, amplía el n del quehacer del docente, que
no es solo enseñar; y el ser del estudiante, que
no es solo el de receptor; por ende, esta forma
de ser de la educación puede ser entendida
como:
[…] procesos complejos de desempeño
con idoneidad en determinados contextos,
integrando diferentes saberes (saber ser,
saber hacer, saber conocer y saber convivir),
para realizar actividades y/o resolver
problemas con sentido de reto, motivación,
exibilidad, creatividad, comprensión y
emprendimiento, dentro de una perspectiva
de procesamiento metacognitivo,
mejoramiento continuo y compromiso ético,
con la meta de contribuir al desarrollo
personal, la construcción y aanzamiento
del tejido social, la búsqueda continua del
desarrollo económico-empresarial sostenible
y, el cuidado y protección del ambiente y de
las especies vivas. (p. 5)
Esta perspectiva educativa por competencias,
ofrece a los futuros egresados, las herramientas
conceptuales, aanzamiento de habilidades de
nivel superior, desarrollo de actitudes, aptitudes,
desempeños, saberes, entre otros, que les
permite asumir los retos que se presentan en
su diario vivir, de manera ecuánime, humana y
profesional. Vargas (2001, citado por González,
2002) sustenta que “las competencias son:
características permanentes de las personas;
se ponen de maniesto cuando se ejecuta
una tarea o trabajo; están relacionadas con la
ejecución exitosa de una actividad; tienen una
relación causal con el rendimiento laboral” (p.
2); para ello, la docencia requiere de mayor
exibilidad y creatividad, para potenciar las
competencias generales y especícas que lleva
a la resolución de situaciones.
En esta pretensión, el profesor y el estudiante
asumen acciones y roles educativos que
facilitan la activación de las competencias
cognoscitivas, donde la indagación, búsqueda,
explicación, organización y selección de
información, análisis y argumentación, entre
otras, son procedimientos obligatorios para
el desarrollo de las habilidades de nivel
superior, acompañados de las competencias
socioemocionales que representan el
reconocimiento personal y profesional y, las
competencias actitudinales que aportan en
las relaciones e interacciones con los otros,
condiciones que redundarían en la formación
de profesionales con desempeños académico,
cultural, social, político, ambiental, económico,
etc.