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Revista Criterios - 28 (2) julio - diciembre 2021 Rev. Criterios - pp. 76-90
ISSN: 0121-8670, ISSN Electrónico: 2256-1161,
https://doi.org/10.31948/rev.criterios
Universidad Mariana, San Juan de Pasto, Nariño, Colombia.
Percepción sobre motivación de los estudiantes del Programa de
Ingeniería Mecatrónica hacia el estudio de las matemáticas
Fredy Alexander Guasmayan-Guasmayan
recongurar la disposición hacia la tarea. Dweck
(como se citó en Rodríguez, 2011) arma que
el éxito o el fracaso no dependen tanto de la
capacidad innata, sino de la disposición mental
ante la propia capacidad y talento; esto lleva a
establecer dos categorías de disposición: una
prejada, que hace que el individuo tenga un
alto o bajo concepto de sí mismo, que no le
permite enfrentar nuevos retos, ya sea por
exceso de conanza o porque internamente
piense que no lo puede lograr. El otro tipo de
disposición es la de crecimiento, que le permite
al individuo enfrentar retos nuevos como una
oportunidad de mejoramiento.
En el contexto universitario, Pérez et al.
(2011) realizaron un estudio de disposición
en estudiantes de primer año, de diferentes
carreras, en la Universidad de Chile. En este
estudio se indica que la disposición está
en función del aprendizaje autorregulado,
que permite distinguir procesos cognitivos
selectivos para propiciar el alcance de objetivos.
Dicho estudio les permitió concluir que existe
una semejanza estadística entre las estrategias
para la disposición de los estudiantes con el
número de horas que estos dedican para
fortalecer el aprendizaje; asimismo, mostró la
importancia de la capacidad de autorregulación
como factor que permite al estudiante mejorar
su rendimiento académico, teniendo en cuenta
que muchos fracasos escolares se pueden
determinar por la falta de habilidades de los
estudiantes para “controlar su comportamiento
de estudio” (p. 442).
Por otra parte, en cuanto a estrategias para la
disposición como facilitadoras en el mejoramiento
de las condiciones de aprendizaje, a nivel
metacognitivo, de motivación y de recursos, se
menciona la necesidad de asociarlas por medio
del planteamiento de objetivos claros, el diseño
de un plan para lograrlo, la organización del
tiempo y la gestión de recursos y el ambiente
en el cual se desarrolla el aprendizaje. Quienes
no hacen uso de estrategias de disposición,
estadísticamente se relacionan con un
aprendizaje de tipo supercial (Pérez et al.,
2011).
En este orden de ideas, la disposición
se muestra como un elemento de gran
importancia en el aprendizaje y, por ende, es
relevante fortalecerla. Robinson (como se citó
en Sánchez et al., 2011) arma: “la falta de
disposición hacia el estudio tiene repercusiones
en el proceso de aprendizaje, y que los
estudiantes que se encuentran debidamente
interesados en el estudio van a estar mucho
más implicados en las actividades académicas”
(p. 3); por ello, los autores referenciaron un
instrumento que permite medir la disposición
de los estudiantes para alcanzar metas, con
lo cual validaron aspectos relacionados con
motivación intrínseca, adaptación, compromiso
con la tarea y autorregulación.
Adicional a esto, en especíco en el campo
de las matemáticas, Álvarez y Ruiz (2010)
demuestran estadísticamente, por medio de
un diseño experimental, que un componente
importante de la disposición está ligado a lo
afectivo, generado por el agrado que tenga el
estudiante por las matemáticas, adquiriendo
mayor intensidad con la personalidad, sus
“ideas, creencias, percepciones, opiniones e
imágenes acumuladas en toda su experiencia
de vida” (p. 245). Por otra parte, desde la
perspectiva personal, de la académica y social,
la utilidad subjetiva del aprendizaje de las
matemáticas tendrá una relación directa con
conductas de interés, esfuerzo, perseverancia
y disposición.
Motivación
La realidad de los procesos de aprendizaje es,
en gran medida, el resultado de la motivación
que posea el estudiante, ya lo indica la
denición de motivación, al establecer desde
su origen etimológico, como la virtud de puesta
en movimiento; de lo cual, Carrillo et al. (2009)
reere un ciclo motivacional, que, resumido,
está dado por un estímulo que genera tensión o
inconformismo, es decir, el individuo se dispone
a realizar una acción que genere satisfacción
en la búsqueda de un equilibrio interno.
Desde la psicología, teóricos como Maslow,
Herzberg y Alderfer (como se citaron en
Osemeke y Adegboyega, 2017) indican que
existen individuos con motivación voluntaria y
otros que están obligados a hacer una acción,
con el propósito de recibir recompensas o evitar
algunos eventos. Esto conlleva a considerar dos
grandes categorías en la motivación, una de tipo
intrínseco, dada por la autonomía del individuo,
como lo indica Bruner (como se citó en Carrillo
et al., 2009), cuando muestra tres elementos
que caracterizan a la motivación intrínseca,
a saber: la curiosidad, la competencia y la
reciprocidad o compromiso por cumplimiento
de un proceso o tarea. La segunda categoría es
de tipo extrínseco, es decir, aquella motivación
que depende de alguien o algo externo para
encausar y/o estimular hacia la conducción de
una acción, identicando en este caso agentes
de estímulos positivos o negativos.