Rehabilitación inicial e intermedia de tenorrafias de la mano para un buen funcionamiento ocupacional

Resumo

Las lesiones de los tendones flexores y extensores de la mano generan pérdida de fuerza, pinza y prensión, afectando de forma directa la ejecución de actividades de la vida diaria. Su reparación quirúrgica mediante tenorrafia exige precisión para restablecer el equilibrio biomecánico de los dedos y prevenir secuelas funcionales. Estas lesiones, frecuentes en trabajadores manuales y en adultos jóvenes, suelen requerir intervención inmediata por el riesgo de daño asociado en nervios, arterias o hueso.

El proceso de rehabilitación es determinante para la recuperación, ya que los tendones necesitan periodos prolongados de cicatrización y fortalecimiento que pueden extenderse de doce semanas a varios meses. Las intervenciones iniciales incluyen inmovilización con férula, manejo del edema, protección de la reparación y movilización temprana según protocolos establecidos. La evidencia respalda los programas de movilización pasiva desde la primera semana y la progresión hacia flexión activa controlada para evitar adherencias y reducir la posibilidad de ruptura tendinosa.

Las semanas posteriores concentran la restauración funcional mediante entrenamiento específico, prevención de complicaciones, uso de órtesis y ejercicios guiados por fisioterapeutas o terapeutas ocupacionales especializados en terapia de mano. Aunque existen debates sobre el inicio óptimo de la rehabilitación, los enfoques tempranos muestran beneficios en cicatrización, movilidad y fuerza. Tras seis semanas, se amplía la participación en tareas ocupacionales y actividades progresivas para favorecer el retorno funcional. Un manejo integral, continuo y supervisado garantiza mejores resultados en funcionalidad manual y desempeño ocupacional.