América por y para americanos

Abstract

El orden y la lógica universal para el aldeano americano, ya no debe concentrarse únicamente en el extremo individualismo, ni en los intereses propios, o beneficios personales, es necesario que se entienda que el mundo es manejado por órganos más influyentes, que están más allá de los contextos inmediatos donde se habita, y que los paí­ses subdesarrollados habitan en medio del fuego cruzado de las pugnas por el control y el poder. Por lo anterior, es momento para abanderar ideas, trabajar colaborativamente, todos orientados al compromiso de resignificar la tierra, de luchar en bloque en contra de aquellos poderes que están dirigiendo más allá del continente, que doblegan, reprimen y acobardan al pueblo.

El americano debe ser maduro, de igual manera, contar con la valentía necesaria para defender su terruño, asimismo, debe amar y sentir a América hasta los huesos, sin renunciar a sus raíces, ¿Cómo pretender ser de afuera? Actuar como aquel extranjero que no tiene nada que ver con lo forjado en estas tierras. Muchos de aquellos perros nacidos de los Andes muerden aquella mano americana que les ha dado de comer, que juego tan cruel es el que se desarrolla en la plaza de lo infame. América se ha forjado con el sudor del indio, del que a diario lo ha dado todo en la tierra, que sabe de dónde viene y para dónde va. Aquel soberbio que rechaza y niega a su América, es aquel que no sabe más que divagar ante el mundo, aquel a quien no le sirve contar con la hermosura de la diversidad americana, ya que sus goces y placeres son más terrenales y básicos, menos espirituales y trascendentales, es hombre por las cosas, no ser humano por la vida.