Boletín Informativo CEI 5(2)
Segundo cuatrimestre de 2018
ISSN 2389-7910
ISSN Versión Digital 2389-8127

 

Construcción de paz en las pautas de crianza desde la familia1

Jenny Alejandra Bastidas López

Estudiante del Programa de Psicología

Universidad Mariana

Mg. Karen Andrea Mora Durán

Asesor. Docente del Programa de Psicología

Universidad Mariana

Resumen

El presente artículo da cuenta de las pautas y estilos de crianza durante la infancia, a partir de diversos trabajos realizados en la Fundación Nacional Batuta, se resalta que la salud mental de los padres, las pautas de crianza y el desarrollo socio afectivo de los niños van de la mano y cambia dependiendo del contexto. Por ello, es importante trabajar la educación sin violencia, teniendo como primeras instancias la comunicación, la escucha y el dialogo.

Palabras clave: estilos de crianza, familia, infancia, violencia.

Introducción

El presente artículo da a conocer una serie de estrategias, aplicadas en el campo social a un grupo de 50 padres de familia pertenecientes a la Fundación Nacional Batuta y al I.E.M. San José Bethlemitas, dichas estrategias están orientadas a concientizar la población frente a los estilos de crianza, con el fin de promover el bienestar familiar. También, se encuentra una breve descripción de los siguientes temas: familia, habilidades sociales, conducta prosocial, parentalidad, desarrollo socioafectivo, salud mental y pautas de crianza. Teniendo en cuenta, que la familia es el primer grupo de apoyo, ya que es ahí donde se encuentra el niño al nacer, por tanto, los padres utilizan diversos métodos de crianza que influyen en el desarrollo de sus hijos (Molpeceres, Musitu y Lila, 1994).

Metodología

Este proyecto fue de tipo cualitativo, Grinell (1997) menciona que es un estudio naturalista, fenomenológico, interpretativo o etnográfico, es una especie de “paraguas” en el cual se incluye una variedad de concepciones, visiones, técnicas y estudios no cuantitativos (como se citó en Hernández, Fernández y Baptista, 2010). Este enfoque utiliza la recolección de datos, sin medición numérica para descubrir o afinar preguntas de investigación en el proceso de interpretación, de igual forma, está guiado a profundizar en descripciones detalladas de situaciones, eventos, personas, interacciones, conductas observadas y manifestaciones del grupo a investigar, teniendo una representación clara, partiendo de la subjetividad que brindará el contexto de estudio.

Por otra parte, el enfoque de investigación es histórico hermenéutico, según Aristizabal (2008):

Resalta que mientras el enfoque positivista busca explicar y controlar las leyes del mundo físico mediante procesos estructurados en forma rígida; el enfoque hermenéutico busca interpretar y comprender los motivos internos de la acción humana, mediante procesos libres, no estructurados, sino sistematizados, que tienen su fuente en la filosofía humanista, y que han facilitado el estudio de los hechos históricos, sociales y psicológicos del ser humano. (Como se citó en Ríos, 2013, p. 21).

Según Marín (2009) el enfoque histórico-hermenéutico logra romper con “los paradigmas anteriores y permite ubicar efectivamente las ciencias sociales y humanas en el contexto de la complejidad de las ciencias universales” (p. 17). Así mismo, se puede realizar un proyecto o investigación desde la crítica reflexiva a partir de la historia, desde esta perspectiva el trabajo investigativo se clasifica en categorías; Marín (2009) menciona dos categorias: la primera, tiene que ver con la relación a la metodología, independientemente si el trabajo es cuantitativo o cualitativo; la segunda, es la relación con el método interpretativo y hermenéutico como tal.

Dentro de esta temática, Marín (2009) se refiere acerca de “la clasificación y organización de la documentación relacionada con la variable pedagógica” (p. 17); el aporte del autor es importante, puesto que la teoría histórica y actual al ser traída a contexto necesita de una herramienta para hacer una mejor interpretación de los textos. En este sentido, se mencionan tres categorías: los autores que asumen la pedagogía como una ciencia y argumentan sus razones; los que están en contra de la postura de la pedagogía como ciencia y refieren que es una técnica; y por último, los autores que son indiferentes a las dos posturas, pero que hacen algunos aportes y la denominan como ciencia compleja.

En el marco de este proyecto se tiene en cuenta las experiencias individuales y colectivas de las personas que hacen parte, como estudiantes, padres de familia, personal externo, etc.; trabajando las necesidades y problemáticas planteadas.

Salud mental y pautas de crianza

Actualmente, en la sociedad hay muchos aspectos que se derivan desde lo biopsicosocial, los cuales se relacionan con la salud mental de los padres de familia, generando: estrés, depresión, agresividad, entre otros; por consiguiente, se ven afectados los vínculos familiares (padres e hijos); por ello es significativo identificar factores de riesgo y a la vez crear factores protectores para la salud mental de los padres de familia (Cuervo, 2010).

Oliva, Parra y Arranz (2008) proponen estilos parentales relacionales (…) caracterizados por el apoyo, el afecto, la comunicación y la promoción de la autonomía desde una perspectiva más multidimensional, no sólo de afecto y control en las pautas de crianza. Oliva, Parra, Sánchez y López (2007) también estudian las relaciones entre estilos parentales y las relaciones con el desarrollo de los hijos.

Se encuentran además otras características de los cuidadores o padres relacionados con los estilos de crianza y las interacciones familiares. Así Pons- Salvador, Cerezo y Bernabé (2005) identificaron factores asociados a los cambios que afectan negativamente la parentalidad, como los antecedentes de castigo en la madre, la baja satisfacción materna y la percepción negativa del bebé entre otros, que se convierten en factores de riesgo para maltrato y alteraciones emocionales.

La crianza está afectada por las relaciones agresivas, la deprivación afectiva (…), quien plantea que la falta de afecto, el afecto negativo o la desaprobación a toda acción o comportamiento de los padres, se relaciona con problemas externalizantes y con baja autoestima en niños y, además, la vinculación insegura con los cuidadores como un factor de mayor vulnerabilidad para la psicopatología infantil. (Cuervo, 2010, pp. 112-113).

Para estudiar o comprender una cultura o comunidad, es necesario referirse a lo expuesto por Bula (s.f.):

Bruner se vale de la Psicología Popular la cual permite entender que “la construcción del conocimiento, los significados y las acciones hay que entenderlas y explicarlas dentro de la lógica de ese concepto. Desde esta perspectiva se puede estudiar y comprender como la gente organiza su experiencia, conocimientos y transacciones relativas al mundo social, es decir cómo el hombre construye sus cogniciones y sus afectos. (p. 14).

La organización de la experiencia de acontecimientos y de conocimientos se establecen a partir de la elaboración de marcos y de regulaciones afectivas y esta esquematización será la que permitirá la construcción del mundo. De esta forma permite la prolongación de la experiencia en la memoria, así como también, se constituye en una actividad social cuyo objetivo es compartir la memoria de una cultura, en lugar de servir meramente como garantía del almacenamiento individual.

Es así, como las prácticas de crianza están constituidas por elementos cognitivos y afectivos que se construyen en marcos referenciales propios y concretos de cada situación cultural, en la cual existen significados, creencias y acciones que se construyen a lo largo de la historia, siendo ésta la forma de comprender al niño y al hombre, viéndolo en medio de este contexto. Las pautas de crianza se construyen a través de un patrón cultural de los padres; las reproducciones sociales que se dan entre padres e hijos, a través de representaciones significativas que se adquieren en una cultura. Como se construye el conocimiento, depende de cómo los padres por medio del lenguaje y sus acciones le muestran el mundo al niño.

Para Bruner es importante resaltar que, desde esa perspectiva, los afectos, la construcción de emociones no surgen de una esencia interior, relativamente independiente del mundo social, sino de la experiencia en un mundo de significados, imágenes y vínculos sociales, en el que todo el mundo y fundamentalmente la familia se encuentra implicada. Esas experiencias acumuladas por los mayores, se va transmitiendo a las nuevas generaciones en un proceso de socialización al cual todos los niños tienen acceso. (Bula, s.f., p. 14).

Las prácticas de crianza tienen su connotación y explicación a partir de la cultura donde se ubiquen: por ello varían de un lugar a otro y de una cultura a otra. Las variaciones también están ligadas a diferencias geográficas, económicas, sociales, que a su vez, permiten que factores externos pueden influir en el cambio que se quisiera dar.

Dentro de esto, la familia, actúa como espacio socializador en primera instancia, orienta procesos sociales que le permiten al individuo irse insertando en la sociedad, pero también, puede convertirse en un espejo generador de patologías individuales y puede ser productor de fracasos y dificultades, generando crisis en la sociedad.

Al respecto, la afectividad crea un vínculo de pertenencia en cuanto a una familia; ésta se construye, es un continuo proceso de interacción entre el niño y la madre, en un primer momento, para luego extenderse al padre y a los demás miembros de la familia. Los vínculos afectivos tienen como finalidad crear en el individuo, aquellas bases seguras de su personalidad futura; además le permite al niño ir creando y construyendo procesos de identidad, autoimagen, autovaloración, herramientas que más tarde permiten la consolidación de adecuadas o inadecuadas relaciones afectivas de pareja, como madre o como padre. No se entiende una sociedad sin la intervención de la comunidad socio-afectiva. La cohesión social viene determinada por la capacidad de la familia de darle continuidad a esta esencia enteramente humana. Si esto no ocurre, lo más probable es que se dé la siguiente linealidad: malos padres - malos hijos - malos padres (reproducción del fracaso). Padres inadecuados generan hijos incapacitados para la responsabilidad parental, que al estar en situación de padres, repiten a su vez la vinculación socio afectiva con sus hijos, de niños y adolescentes que han sufrido una serie de carencia afectiva; se puede esperar entonces, que tengan serias limitaciones, que les impidan tener adecuadas relaciones sociales y si a este factor se le añade la violencia intrafamiliar y social, es posible una serie de alteraciones que afectarán el desarrollo armónico e integral del adolescente. (Henao, Ramírez y Ramírez, 2007).

Parentalidad y desarrollo socioafectivo (socialización)

Dentro de este apartado, es importante referirse a lo señalado por Cuervo (2010):

La socialización de la infancia se produce mediante las prácticas de crianza, entendidas como la manera en que los padres (y en general la estructura familiar) orienta el desarrollo del niño/a y le transmite un conjunto de valores y normas que facilitan su incorporación al grupo social. De manera simple, las prácticas de crianza son las acciones llevadas a cabo por los padres y personas responsables del cuidado del niño/a para dar respuesta cotidianamente a sus necesidades (Myers, 1994).

Torío, Peña y Caro (2008) encontraron que los padres de niños de cinco a ocho años no tienen un estilo de crianza definido; algunas veces son democráticos y otras veces son autoritarios, lo cual debe considerarse para modificar o mejorar las prácticas educativas existentes en la familia.

Henao, Ramírez y Ramírez (2007) plantean la importancia de la familia en la socialización y desarrollo durante la infancia. La combinación de costumbres y hábitos de crianza de los padres, la sensibilidad hacia las necesidades de su hijo, la aceptación de su individualidad; el afecto que se expresa y los mecanismos de control son la base para regular el comportamiento de sus hijos. Destacan la importancia de la comunicación en las pautas de crianza. (pp. 114-115).

Familia, habilidades sociales y conducta prosocial

Continuando con los aportes de Cuervo (2010):

La familia y las pautas de crianza adecuadas facilitan el desarrollo de habilidades sociales y de conductas prosociales en la infancia, por lo cual es importante brindar sensibilización y orientación. Mestre et al. (1999) destacan que el tipo de normas que una familia establece, los recursos y procedimientos que utilizan para hacer cumplir dichas normas, junto con el grado de afectividad, comunicación y apoyo entre padres e hijos, son fundamentales para el crecimiento personal, la interiorización de valores, las habilidades sociales y la toma de decisiones para resolver conflictos.

Con respecto a la autoestima Alonso & Roman (2005) estudiaron la relación de diferentes estilos parentales y la autoestima en familias con hijos de tres a cinco años, encontrando que a mayor grado de autoestima en los niños corresponde un mayor grado de autoestima valorado por los padres. Los padres utilizan diferentes estrategias educativas en función del tipo de conflicto y de la situación en la que se encuentren sus hijos, de esta forma, son más estrictos en las transgresiones de normas y mucho más permisivos y tolerantes en los conflictos internos y externos.

El desarrollo socioafectivo y la socialización en la infancia está relacionado con la participación, la crianza y la estimulación en la familia, como se destaca en los lineamientos de La UNICEF (2004), al resaltar la participación del padre y la familia en la crianza y desarrollo infantil y en la importancia de identificar y optimizar las fortalezas de la familia en la crianza de los niños y niñas. El desarrollo psicosocial en la infancia influirá significativamente en las oportunidades de aprendizaje y sociales que pueda tener en el futuro.

Las familias con estilos democráticos o asertivos promueven un adecuado desarrollo socioafectivo. En sus investigaciones Richard de Minzi (2005) encontró que las familias democráticas promueven afrontamientos adaptativos y protectores ante la depresión y la soledad, mientras que las familias autoritarias generan inseguridad, evitación de los problemas, afrontamientos desadaptativos, depresión, además, la soledad está asociada al rechazo y al desinterés de los padres. (p. 116).

Discusión

Como resultado de la revisión bibliográfica se puede decir que las pautas de crianza tienen una gran importancia en la actualidad, esto debido a que, la evolución social implica que la familia genere cambios en su estructura, y por ende influir en el desarrollo psicoemocional de los niños. El entrenamiento frente a las pautas de crianza orienta a los padres para que eduquen de manera adecuada a sus hijos, teniendo en cuenta aspectos como los sentimientos, las costumbres, los hábitos y otras situaciones que ocurran en su entorno.

La familia según la declaración universal de los derechos humanos es el principal componente de la sociedad, lo que ocurra en ella repercute en todos los ámbitos de la sociedad, por tal razón, es un compromiso que los padres comprendan y hagan uso de prácticas o estrategias para la crianza adecuada de los niños, que permita un buen desarrollo frente al auto-concepto, autoestima y autocontrol, elementos indispensables para las buenas relaciones interpersonales.

En este orden de ideas, es necesario entender la importancia de estos aspectos; el auto-concepto, por ejemplo, hace referencia a la comprensión que se tiene del entorno, sentimiento, pensamiento, habilidad y capacidad de sí mismo, en el cual incluye una valoración positiva o negativa de estas características, de acuerdo al nivel de satisfacción que se tiene.

De esta manera, con el uso de estrategias de pautas de crianza los padres de familia logran fortalecer las perspectivas de sí mismo y de los que lo rodean. Dentro de esto, la autoestima, definida como el juicio que realiza cada persona de sus propias actitudes sentimientos, capacidades, conocimientos, en otras palabras, la valoración de uno mismo; por ello, se debe enseñar a los niños a sentirse bien consigo mismo, ya que proporciona bienestar emocional y conlleva a un mejor desenvolvimiento en la sociedad, favorece el sentido de identidad y mejora las relaciones interpersonales.

Finalmente, el establecimiento de normas y límites juega un papel importante en el desarrollo de las pautas de crianza, donde los padres de familia establecen un tiempo para actividades de estudio, tareas escolares y descanso; así mismo, se busca espacios para expresar sus sentimientos hacia sus hijos frecuentemente. Con esto se logra fortalecer el vínculo familiar, brindando confianza dentro y fuera de la familia.

Referencias

Alonso, J. y Roman, J. (2005). Prácticas educativas familiares y autoestima. Psicothema, 17(1), 76-82.

Bula, Á. (s.f.). Formulación propuesta de acompañamiento a las familias y la comunidad (Diplomado). Universidad Nacional Abierta y a Distancia, Colombia.

Cuervo, Á. (2010). Pautas de crianza y desarrollo socioafectivo en la infancia. Diversitas: Perspectivas en Psicología, 6(1), 111-121.

Henao, G., Ramírez, C. y Ramírez, L. (2007). Las prácticas educativas familiares como facilitadoras del proceso de desarrollo en el niño y niña. El Ágora, 7(2), 233-240.

Hernández, R., Fernández, C. y Baptista, P. (2010). Metodología de la investigación (5ta. ed.). México: McGraw-Hill Educación.

Marín, J. (2009). El conocimiento pedagógico fundamentado en una epistemología de los sistemas complejos y una metodología hermenéutica. Magistro, 3(6), 13-25.

Mestre, M., Tur, A., Samper, P., Nácher, M. y Cortés, M. (2007). Estilos de crianza en la adolescencia y su relación con el comportamiento prosocial. Revista Latinoamericana de Psicología, 37(2), 211-225.

Molpeceres, M., Musitu, G. y Lila, M. (1994). La socialización del sistema de valores en el ámbito familiar. En G. Musitu y P. Allat (comp.). Psicosociología de la familia (pp. 121-146). Valencia: Albatros.

Ríos, L. (2013). Acercamiento teórico (análisis de experiencia) desde una perspectiva humanista y existencialista a los procesos de proyecto de vida en soldados bachilleres del Batallón No. 26 “Sargento Segundo Nestor Ospina Melo”, del municipio de Leticia (Amazonas) [monografía]. Universidad Nacional Abierta y a Distancia Udr Amazonas, Amazonas, Colombia.